La homosexualidad en el deporte sigue siendo un tema tabú y por eso muchos deportistas eligen ocultarla por temor a las reacciones de su entorno y de los aficionados.
En las últimas horas, Dan Palmer, un exjugador de la selección australiana de rugby (conocida como Wallabies), sorprendió con un texto en el que cuenta su historia para que sirva como ejemplo.
En una extensa carta publicada en el diario The Sydney Morning Herald, el exjugador relató los difíciles momentos que atravesó en su juventud al ocultar su homosexualidad.
“Fantaseaba con desaparecer, cambiar mi nombre y comenzar mi vida de nuevo. No es una exageración decir que mi propia muerte se sentía preferible al hecho de que alguien descubriera que soy gay”, manifestó el exdeportista, quien jugó el torneo Súper Rugby con Brumbies y Waratahs.
Palmer relató que en sus tiempos como jugador (entre 2006 y 2015) lloraba hasta dormirse tras consumir un cóctel de drogas.
“Estaba increíblemente frustrado, enojado y desesperadamente triste. Me despreciaba a mí mismo y a la vida que estaba viviendo”, señaló.
Los problemas con las drogas fueron creciendo al punto que, cuando tenía 25 años, tuvo una sobredosis. En ese momento, tomó la decisión de dejar de jugar al rugby.
“Mi pasión por el rugby había disminuido durante algunos años y tenía un gran remordimiento por haber desperdiciado los mejores años de mi vida fingiendo ser algo que no era”, sostuvo.
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“Me enferma saber que en el año 2020 todavía hay personas que se torturan como yo. Tanto dentro como fuera del deporte tenemos que ser mejores. Si esto puede impulsar una conversación, hacer espacio para que las personas se sientan más cómodas siendo ellas mismas o puede ayudar a alguien a comprender mejor por lo que puede estar pasando un ser querido, habrá sido un éxito”, sentenció Palmer en el cierre de la carta.