Katherine Ortega no cree en las coincidencias sino en las “diosidencias”.
La periodista del programa Buen día, de canal 7, prefiere entender bajo esa “filosofía” el porqué su mamita falleció cuando ella apenas tenía siete años.
Desde luego, ese suceso marcó su vida y la de su hermana gemela Wendy, a quienes terminó de criar la bisabuela materna, con algunas carencias.
Ella piensa que con la muerte de su mamita ganó un angelito que, desde el cielo, le iluminó el camino que siguió para conquistar los logros que hoy celebra.
Al menos así lo ve bajo la lupa de esa ideología de vida que practica y que le ha permitido digerir mejor ese trago amargo.
Ortega abrió a La Teja su libro de vida para conversar largo y tendido de ella, de sus momentos de mayor felicidad y de aquellos que le quisieron poner la vida cuesta arriba.
-¿Cómo se repone uno a la muerte de la mamá a tan temprana edad?
Tuve la fuerza de mi bisabuela que, a pesar de que era una señora de unos 60 años, era una mujer muy fuerte y con un carácter impresionante. Mi hermana y yo tuvimos la protección de esa mujer tan valiente y eso, de alguna forma, nos tuvo que haber dado la fuerza.
-¿Qué fue lo que pasó con su mamita?
Mami empezó a trabajar muy joven porque era mamá soltera y de gemelas y se fue a trabajar a México y ella iba y venía, y en un viaje dice mi abuela que se fue determinada a regresar aquí por nosotras tres para llevarnos a vivir allá, pero Dios tiene sus planes y ella falleció en un accidente automovilístico.
-¿Qué recuerda de ella?
Era la típica mujer de los años 80, muy aguerrida y orgullosa. Era muy jovencita, una muchacha. A veces me veo al espejo y me pongo a pensar que mi mamá nunca llegó a la edad que tengo ahora (41 años) y me pregunto cómo sería en este momento, cómo habría sido para ella llegar a los 30, a los 40 años, pero bueno, son preguntas existenciales que uno se hace.
-Y su papá, ¿donde estaba en todo esto?
No tuvimos papá porque nunca lo conocimos.
¡Le dicen mami! | ¡Olé! | La mayor |
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Katherine tiene una hija de 19 años que se llama Valeria y estudia Diseño de Producto. | La comunicadora es aficionada a las series españolas y todo lo que tenga que ver con España. | Katherine es cinco minutos mayor que su hermana gemela Wendy, quien es analista financiera. |
-¿Cómo cambió todo eso sus sueños de niña?
A los 15 años me tuve que salir del cole para empezar a trabajar en una tienda de souvenir de una familia que quiero montones y con la que todavía tengo relación. Recuerdo que desde niña me gustaba la actuación y soñaba con ser princesa de Disney, yo pensaba que era un trabajo. Pero sí, tuve que trabajar y ya después fue que terminé el colegio”.
-Habla de ser actriz y de ser princesa, pero no dice nada del periodismo…
Yo no soñaba con ser periodista. Me gusta pensar que a mí el periodismo me escogió y que no fui yo quien escogió al periodismo, pero de pequeñita nunca pensé en ser periodista, soñaba con tener un trabajo que de alguna u otra forma impactara a la gente, pero no sabía cuál era ese trabajo que iba a terminar haciendo.
-¿Y que pasó con la idea de ser actriz?
Llevé varios cursos, pero opté por irme por otro lado porque empiezo a notar que las posibilidades económicas no eran muy estables en la actuación y yo venía de una inestabilidad por la situación en mi casa en la que no quería continuar.
-¿Así encontró el periodismo?
Comencé a estudiar Publicidad y a hacer locución en radio. El ambiente de Publicidad no me gustó y en eso me topé de frente con el programa de estudios de Periodismo y el horario de los cursos era más factible para yo trabajar y estudiar. Entonces comencé a estudiar Periodismo y me enamoré de la carrera desde el primer cuatrimestre.
-¿Cómo llega a la televisión?
Entré a canal 7 a hacer práctica en el El Chinamo medio tiempo y medio tiempo en 7 Estrellas como periodista de espectáculos. Luego Edgar Silva me llamó a Buen día y ya llevo como 10 años de estar en Buen día y como 15 de trabajar en Teletica”.
-¿Siente que se debe algo?
Me debo ser actriz, pero para eso no hay edad, es la gran ventaja. Es un sueño dormido que aflora, pero es algo que es un gusanito bonito.