Cada vez que la periodista Yahaira Piña se alista para ir a grabar con alguna familia, el segmento “Sueño de Navidad”, de Telenoticias, tiene que tragar grueso y mentalizarse en que las personas que se tope estarán mejor, por más duras que sean sus historias.
Eso es lo que le ha permitido a la comunicadora poder mantenerse durante cinco años siendo la voz y una de las caras de esta campaña, que cada diciembre ayuda a gente a la que la vida no le ha sonreído y que afronta diferentes circunstancias.
La iniciativa se transmite desde principios de diciembre y se extenderá hasta finales de la próxima semana.
-¿Cómo se siente al ser la cara de una proyecto tan bonito como Sueño de Navidad?
Para mí ha sido una experiencia única, siempre me ha gustado hacer las notas humanas y cuando me encargaron Sueño de Navidad fue una gran sorpresa, pero también una responsabilidad grande. Es de las áreas que más disfruto desarrollar porque lo que más rescato es la posibilidad de conocer a todas esas familias que tienen una historia humana increíble, no ha habido un solo caso que no me haya dejado una enseñanza o que me haya tocado el corazón de cualquier manera, todo eso lo confronta a uno con su humanidad.
-Nos llama la atención que aunque las historias son fuertes, no se enfoca en que de alguna manera den lástima o se vean como el pobrecito...
Yo siempre trato de resaltar historias de valentía, de amor, de solidaridad y de lucha, más allá de las condiciones, porque sí es cierto, están en una situación muy complicada, pero para mí lo más importante es que quieren salir adelante y tienen unión familiar y perseverancia. Procuro que las notas tengan mucho respeto y destacando esas fortalezas.
-¿Cómo hace para no quebrarse al saber de historias tan duras?
Es algo que me preguntan mucho las personas, yo primero converso con el equipo de trabajo para llevar clara esa antesala que nos da el Club de Leones de la familia a la que vamos a visitar. Antes de ir a grabar, que a veces puede durar hasta siete horas, trato de enfocarme en que la familia va a estar mejor, confiar en que la ayuda que se les brinde los va a hacer mejorar, porque sí es muy duro ver las condiciones en que se encuentran muchas familias y uno no quisiera que me vean llorando o frustada.
Me gustan que pasen un momento ameno con la conversación, si me siento un poco quebrada pido un momento y salgo a tomar aire sola, sobre todo cuando hay niños. Pensar en que ellos van a estar mejor ha sido mi estrategia para grabar, aunque sí me ha tocado estar llorando con la persona, que se convierte en un momento muy íntimo entre los que participamos.
-¿Cómo escogen los casos?
Nosotros a principio de año hacemos una nota contando cuáles son los canales que existen para postular familias, el El Club de Leones se convierte en un filtro y escoge a las familias y luego por ahí de setiembre empezamos las grabaciones.
-¿La ven como si fuera Santa cuando llega?
Vieras que es un trabajo de muchas horas y para mí es muy importante que las familias se sientan a gusto porque necesito que en el momento de la entrevista abran sus corazones y todo se logra con un tema de confianza. Procuro hacerlos sentir tranquilos, vacilar y así lograr que el trabajo quede lo más real posible, es muy bonito porque al principio están como asustados y ya con el paso de las horas se sienten más cómodos y cuando nos vamos a ir hasta nos invitan a regresar.
-¿Cuánto está pendiente de las familias después de que se les da la colaboración?
Todos los años tenemos que hacer el seguimiento a los casos del año anterior, me toca ir a visitarlos y es muy bonito verlos con sus casas nuevas y sus cositas, ya hay una mayor confianza, me saludan con mucho cariño y se hace un vínculo bonito, el Club de Leones también les da seguimiento por si necesitan algo más.
-Todos los casos son igual de importantes, ¿pero recuerda alguno que le haya costado mucho de realizar?
Recuerdo hace como tres años cuando conocí en Grecia la historia de don Jacinto y de su esposa que padecía alzheimer ( ya falleció) y que no reconocía a nadie, entonces para mí fue muy impactante ver al señor cuidándola y pendiente de ella, aunque la señora no sabía quién era él. Fue muy conmovedor para mí.
Recuerdo también a un niño que en medio de la entrevista nos dijo que siempre había soñado con comer un chop suey y fue muy impresionante, era algo que no esperábamos, se nos hizo un nudo en la garganta y creo que el público percibió lo que sentimos en ese momento.
-En lo personal, ¿qué tanto la ha cambiado hacer estos reportajes?
Me ayudan a recordar que hay que darle más valor al prójimo, ayudar y ser consciente de que las cosas más valiosas no son las materiales, he encontrado familias que son ricas en respeto, en unión y en amor, cosas que con dinero no se pueden comprar.