"Quiero comentarle que mi mujer no quiere nada conmigo. El problema es que yo fui muy fiestero, tomaba mucho y ella dice que se cansó, que no quiere nada conmigo. Vivimos bajo el mismo techo, pero separados de cuarto y no hay manera de que ella vea las cosas de otra forma. Ella me cumple como esposa, pero no quiere nada".
1. Cuando en una familia se vive bajo un esquema de alcoholismo, esto trae múltiples problemas en la vida de una pareja, porque en el alcohol se generan situaciones emocionales de difícil tratamiento.
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2. Creo que usted lo primero que debería hacer es enfocarse en su recuperación y procurar la ayuda necesaria como, por ejemplo, en alcohólicos anónimos, para que pueda hacer de su cambio un proyecto real, es decir, tener una nueva vida lejos del alcohol.
3. A partir de este proceso, es importante que se permita entender la posición de su esposa, porque quizá detrás de su decisión, haya un conjunto de heridas emocionales que ella tenga que tratar para, eventualmente, darse una oportunidad con usted.
4. Creo que presionarla o ponerla contra las cuerdas no es una opción válida, en el tanto, presumo que ella necesita tiempo y espacio para definir qué es lo que quiere. Estos procesos no son sencillos, no se resuelven con promesas, sino con acciones, pero además, con frecuencia se requiere apoyo en terapia para plantear alternativas de solución.
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5. Creo que ambos deberían buscar recuperación de pareja, terapia de familia, para que puedan analizar las cosas desde una perspectiva de más sana, sin caer en grandes conflictos o discusiones sin sentido.
6. Comprendo su preocupación, la tensión que esto le pueda dar, pero también comprenda que su esposa ha vivido una historia muy complicada a su lado, lo que podría justificar su posición.
7. Replantear una vida después del alcohol es un proceso que tiene que ser muy prudente, muy sensato, cargado de una comunicación transparente, de forma tal que, ambos puedan expresar lo que sienten. Luego, evaluar si es posible o no continuar con la relación de pareja.