Roque Ramírez sobre disfrazarse de Doña Merry en Catar: “Estoy a la mano de Dios”

El ser tan recatada, respetuosa y buena nota pareciera que le está ayudando mucho a Doña Merry para que no la saquen de un patadón de Catar.

Y es que, dadas las estrictas costumbres y reglas que hay en ese país asiático, nos surgió la curiosidad sobre cómo estará haciendo Roque Ramírez, a la hora de ponerse sus chanclas, el vestido rojo y el delantal para interpretar al pintoresco personaje.

Desde el país mundialista, en donde se encuentra como parte del equipo que envió Repretel a tierras cataríes, Roque nos contó que prácticamente se la han jugado, pues no tenían idea de cómo iban a reaccionar las autoridades y la población al ver un hombre vestido de mujer.

–¿Cómo está haciendo con Doña Merry en Catar?

Estamos con la cobertura y gracias de Dios, porque es un verdadero reto. Creo que el respeto de uno como artista hacia la gente me ha abierto las puertas, pero lo correcto es la gracia de Dios porque hay cosas inexplicables, porque señores que se ven muy rudos, se ponen a sonreírme, me hacen preguntas y les hace gracia el personaje, hasta un jeque tuvo que ver con Merry.

–¿Cómo así?

Es un señor que es un CEO (director ejecutivo) de una compañía de seguros en Dubái y me dio la tarjeta, diciéndome que cualquier cosa que necesitara que lo llamara. Yo estaba con un compañero, que vive en Países Bajos y vino a hacer soporte al canal, entonces él habló con el señor que estaba encantado con el personaje, luego llegó la esposa, una italiana y le regalé el abanico de Merry y fue una cosa impresionante.

–¿Cuáles cuidados ha tenido?

Tener mucho respeto, no ver a las señoras a los ojos, todos los protocolos que piden, pero como Merry tiene ese aire tico, de mujer amable, la gente reacciona distinto. Ha sido una experiencia muy linda en la que uno siente realmente el respaldo de Dios.

–¿Cuándo le dijeron que iba para Catar, pensó en llevar o no a Merry?

No, lo primero que pensé fue en las trampas que hay, protocolos de covid y demás, pero yo venía con todo. Traje a Doña Merry, a Steven José Chanto, que trata de ser un periodista bueno y le ha ido tan bien que ya ha pegado dos primicias, una que se topó a la Sele cuando llegó y también ahora que arribó Juan Pablo Vargas.

–¿Dónde está usando a Merry y dónde no?

No, la uso en todo lado, fuimos a supermercados, a hoteles, anduvimos en la calle, en el estadio. Por cierto, ahí uno de los delegados de FIFA estaba como loco con Merry, por dicha nos ha ido muy bien. Lo único complejo de estar vestido así es que desde las siete de la mañana hasta casi las once de la noche ando por todo lado. Ha sido duro, pero es bonito ver cómo la gente la acepta o la quiere.

–¿Sabe si hay alguna ley que castigue el vestirse de mujer?

Creo que ellos se han venido preparando para la apertura que van a tener en el Mundial. Es como que uno haga una fiesta y hay que tolerar ciertas cosas. Sí están siendo más tolerantes, pero si uno pasa la raya se va en todas. A Merry la ayuda eso de que es respetuosa, pasiva, que mantiene distancia y no incomoda a nadie, creo que el perfil ayuda y la gente la ve como acogedora, esa fue la impresión que me dio el jeque.

Por dicha también he contado con el apoyo de los compañeros como Maynor Solano, Andrey Aguilar, Blanca Madrigal y otros miembros del equipo, que han estado en todas.

–O sea, sí fue un tema que se habló entre ustedes, de que había ese miedillo...

Lo hablamos cuando nos montamos y ya íbamos pa’ la guerra porque son cosas que uno piensa, entonces toca enfrentarlas. Pero como le digo, si Dios me trajo hasta aquí, sé que Él me va a respaldar con eso.

–Más allá de la breteada que se han pegado, ¿cómo le ha ido en general en Catar?

Es supercaliente, más que cuando estuve en Brasil, que la temperatura era de 40 grados, aquí roza los 50. Es como sentir el calor de Guanacaste pero por tres, es una locura. Con las comidas uno se adapta, en mi caso me gusta experimentar comidas y no he tenido ningún problema, pero sí he tratado de comer liviano, aunque a veces vamos almorzando a las ocho de la noche. Lo que hacemos es andar algunas barritas y cositas que nos van ayudando a mantenernos e ir sacando el trabajo.

–¿Cuál consejo les da a los ticos que van para Catar?

Que vengan a disfrutar todo lo que van a vivir, que vengan positivos y que agradezcan a Dios la oportunidad de conocer esta cultura, un país que en mi caso nunca imaginé que iba a conocer. Y doña Merry les diría que controlen el maicerismo.