La polémica por la posible subasta de frecuencias de radio y televisión que impulsa el gobierno sigue generando reacciones fuertes, y una de las más llamativas vino hace unos días de parte del presidente de Herediano, Jafet Soto.
El exjugador contó que, más allá del tema legal y económico, lo que más le preocupa es el impacto emocional que tendría el eventual cierre, por ejemplo de Radio Sinfonola, en miles de familias, incluida la suya.
Jafet recordó que su mamá, doña Daisy Soto Camacho, escucha la emisora todos los días porque le trae a la memoria a su fallecido esposo, don Luis Fernando Soto Rodríguez. Esa confesión tocó a muchos, incluidos a quienes trabajan dentro de la misma radio, ubicada en Cartago.
El locutor y programador de la 90.3 F.M. Fabián Aguilar, mejor conocido como “Sugar”, asegura que historias, como la de la mamá de Jafet, son pan de cada día en la emisora.
“Lo que Jafet dice es totalmente cierto. Parte del éxito de Sinfonola y de lo que ha significado para este país, es la conexión con los oyentes. Nosotros unimos a las familias. Esta es una emisora que guarda los valores de la familia costarricense y del ser costarricense”, dijo en primera instancia.
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El Sugar explicó que el arraigo nace de la música: boleritos, rancheras, tríos y esas canciones que suenan a casa, a cocina de leña, a domingo en familia y a esos seres queridos que ya se nos adelantaron.
“Es una emisora muy nostálgica. Mucha gente se crió escuchando Sinfonola, igual que Jafet. La programación hace que usted recuerde la música que disfrutaban su mamá, su papá, sus abuelos… la gente que lo crió”, añadió.
Directo al corazón
Para que la gente entienda por qué la audiencia mayor de 50 o 60 años la defiende tanto, el locutor compartió testimonios que le han removido el corazón en sus cinco años de estar en su cabina.
Más ahora que estuvieron a punto de apagar el micrófono y la consola para siempre, pero que el fallo de la Sala IV evitó, momentáneamente, que eso pasara.
“Un día me llamó un señor. Yo contesto normal y él se pone a llorar, pero a llorar como si hubiera perdido a alguien ese mismo día. Luego me cuenta que su mamá falleció hace seis meses, que tenía una enfermedad terminal. Él se crió escuchando Sinfonola con ella, especialmente el programa Festival de Recuerdos. Desde que su mami partió, él pasa todos los domingos, de seis de la mañana a seis de la tarde, escuchando la radio porque al oírla siente que está con ella. Me decía: ‘No puede ser posible que ustedes se vayan del aire, ¿qué voy a hacer? Ya no voy a tener contacto con mi mamá’. Ese fue uno de los momentos más duros que he vivido”, relató.
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El locutor tampoco olvida el día que lo llamó llorando otra muchcha, como de 30 años, para contarle por qué le dolía tanto que fueran a desaparecer.
“Su papá estuvo enfermo durante dos años y ellos lo llevaban al hospital todos los días. Él siempre escuchaba Sinfonola. Hace tres meses lo perdió. Cuando se siente sola, se monta al carro, enciende la radio y me dice: ‘Siento que mi papá está ahí’. Hemos logrado una conexión sentimental muy fuerte”, afirmó.
Aguilar agregó que el costarricense, por idiosincrasia, es sentimental, y radio Sinfonola ha sabido hablarle al corazón a los oyentes.
“En los 70, 80 y 90, las visitas navideñas de don Carlos (Lafuente) tenían un 55% de audiencia, una cosa descomunal. Hay una nostalgia muy fuerte. Y también nos escucha muchísima gente fuera del país: en Estados Unidos, México, Alemania, Holanda, China, Corea… Los ticos que viven afuera prenden Sinfonola y sienten que están en Costa Rica. Con solo oír un anuncio de la Superdespensa o de Hermanos Gutiérrez ya sienten ese abrazo al alma”, dijo.
Esta emisora cuenta con un archivo musical de los años 40 para arriba, una discoteca supercompleta con discos de vinilo, también de discos compactos, por eso decimos: ‘Si no la tiene Sinfonola, nunca más’"
— Fabián Aguilar, locutor
Mantienen su esencia
Para el reconocido locutor, la magia está en que la emisora mantiene su esencia, sin modernizarse de más ni perder su identidad.
Incluso con los cambios tecnológicos, la audiencia se mantiene fiel. Ahora muchos los escuchan desde el celular, la computadora o mediante Alexa, pero siguen fieles.
“Sinfonola une generaciones. Hace recordar, hace volver a épocas doradas: la juventud, los noviazgos, los matrimonios, las fiestas familiares. Es una radio con corazón humano. No es un playlist, es cariño. Aquí se siente. Por eso no me extraña que Jafet y un montón de gente influyente nos escuchen. La conexión es real y profunda”, concluyó.
Fabián aprovechó para enviar un “saludo y un abrazo” a la mamá del dirigente del Club Sport Herediano.
“Un salud para Jafet y su mamá, gracias por sus palabras, por su preocupación para la radio, seguimos en pie, llevándoles entretenimiento y conectándolos y trayéndoles esos hermosos recuerdos con su papá, con su esposo. De verdad nos sentimos honrados que gente tan linda y tan especial escuche la radio”, mencionó.
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Entre las primeras
Según el ranking de emisoras, del 25 de setiembre al 25 de noviembre, Sinfonola se colocó en el quito lugar y siempre se ha mantenido entre los primeros lugares de audiencia.
Esta emisora nació en 1966, primero con el nombre de radio Rumbo y después evolucionó a Sinfonola.
“Nunca ha salido del top 5 de las emisoras más escuchadas de nuestro país y el legado que tiene la familia Lafuente Fernández es increíble”, mencionó Fabián.
A partir de las 11 p.m. se queda una computadora, pero de 4 a.m. a 11 p.m. trabajamos a puro disco. Somos un grupo de locutores que estamos poniendo disco a disco"
— Fabián Aguilar, locutor
Mientras se espera qué va a pasar con la subasta de frecuencias, miles de personas rezan para que la historia de Sinfonola —la emisora que suena a familia— no se apague, porque para muchos, no es solo una radia: es recuerdo, es identidad y es hogar, como dice su eslogan: “Ni muy vieja ni muy nueva”.



