Tiquicia Retro demuestra que la música viejita es un amor

Dicen por ahí que todo tiempo pasado fue mejor y esto lo confirma don Ricardo Solís, gracias al montón de seguidores que tiene con su página Tiquicia Retro.

Él es compositor, locutor de radio y, además, el administrador de la página, cuyo perfil en Facebook tiene más de 109 mil seguidores que día a día disfrutan de música, videos, fotos y anécdotas de las décadas del 60 en adelante. Además Tiquicia Retro tiene perfil en Instagram y un canal de YouTube.

Desde hace más de 30 años, este vecino de Tres Ríos se ha dedicado a recoger información que hoy comparte con los seguidores

–¿Qué es Tiquicia retro?

Es un medio de comunicación que rescata la música de los artistas nacionales desde los años 60 hasta la década del 2000. No solo es la historia musical, también la de los grupos que grabaron éxitos. Le puedo contar que había agrupaciones nacionales que viajaban por toda Centroamérica como algo normal en los años sesenta o setenta. A ellos los contrataban como por tres meses porque eran muy pegados en esos países, uno de esos fue el grupo Los Presidentes. También publico fotos retro del país, la forma de vivir y de vestir para que la gente se dé una idea de cómo era todo.

–¿Cómo recibe la gente este tipo de información?

Yo voy buscando información de lo que hacen ahora los músicos o qué se hicieron, lo cual ha sido maravilloso porque ha habido cantantes que me llaman casi llorando para decirme que se sienten como si fuera el primer día que tocaron. Ellos me cuentan cómo era Costa Rica en esos días, sobre los eventos bailables y cómo la gente los quería montones.

–¿Cuánto tiene de hacer eso?

La página va para seis años, pero se disparó hace como año y medio. De hecho, el programa de De boca en boca me buscó para publicar notas de los grupos desaparecidos donde buscábamos a grupos como Noble, Canela y otros.

–Háblenos de los programas que tiene en la página...

Tengo tres, uno que se llama La Lunada, que es los viernes, de 7 a 9 de la noche, son dos horas de videos continuos que hacen alusión a cómo eran las lunadas hace muchos años, en las que se forraba un planché con latas o bambú, ponían un equipo de sonido y cobraban una entrada para recoger fondos para el equipo de fútbol del barrio.

Los sábados a las cuatro de la tarde tengo La Rocola, que ya ha estado en varias emisoras de radio y que el jingle me lo grabó uno de los cantantes del grupo Apocalipsis, que era muy famoso en los 70, Rodolfo Martínez.

El Casete es el nuevo programa que será de entrevistas a los cantantes por Facebook Live, donde nos contarán anécdotas. El programa estará para dentro de un mes y será los jueves a las 8 p.m.

–¿De dónde saca el material que publica?

Yo empecé a coleccionar de todo hace más de 30 años, tengo mucha música nacional y videos, a las canciones que no tienen video, yo les hago uno con animación y a la gente le ha encantado.

–¿Cuál es el grupo que más extraña la gente?

Hay grupos como Los Presidentes y Los Sorpresivos, que eran panameños y que se vinieron a vivir aquí, también eran muy queridos Apocalipsis y Memo Neira, que la gente los extraña mucho. Además están Los Hicsos, que todavía se mantienen y eran un pegue.

–¿Qué tiene la parte retro que a mucha gente le llama la atención?

Yo creo que es la nostalgia por acordarse de aquellos tiempos, yo les digo a mis hijos que las canciones son muy diferentes, antes era más sincero, más sentimental, había más poesía en las letras y la gente era diferente, muy amena, era menos fría y por eso se añora tanto esa época.

–Siempre se dice que los tiempos pasados fueron mejores, ¿cree que aplica para la música?

Claro, antes todo era más jovial y sentimental, recuerdo que los grupos hacían convivios y de ahí salían muy buenas cosas. Todos los días tiro música nacional viejita, rescato a cantantes que tal vez nunca se habían visto, pero que tuvieron canciones que pegaron mucho, recuerdo uno que se llama Genaro, que trabajaba para el OIJ y me di a la tarea de buscarlo. Él se sentía extraño porque nunca lo habían entrevistado y para mí eso es bonito porque el artista siente esa ilusión de volver a escucharse de nuevo.