“Ya no tengo ganas de seguir intentándolo con mi pareja”
Esto es una expresión, que con mucha regularidad ha estado filtrada en múltiples correos electrónicos que han llegado a la columna, lo cual es triste porque en una relación de pareja, por años o al menos por una larga temporada, alguno de los dos, empieza a hablar de la necesidad de resolver, modificar, una situación y se propone gestar cambios, pero la otra persona rechaza, omite, evade, no presta atención, no le da importancia a la situación, y establece un patrón de poca contribución.
1. Alguno de los dos dice “ya no tengo ganas de seguirlo intentando”, y ese día en particular, entonces aparecen los “a vos te amo”, empiezan las flores, las promesas, en un buen número de casos, a partir de un cambio en el discurso, se intenta seguir adelante, pero como no se resolvió el tema de fondo, rápidamente volvemos al mismo ciclo problemas sin resolver, crisis, y luego promesas cargadas de afecto pero sin acciones.
2. “Ya no tengo ganas”, después de estos ciclos hay que tener mucho cuidado porque el amor se construye a partir de lo que se hace, y el desamor aparece a partir de lo que se hace y lo que se deja de hacer. En ocasiones ya es tarde, la otra persona simplemente ya no quiere, no porque no desea un cambio es porque se desvinculó a partir de una larga temporada de problemas sin resolver.
3.Aprender a escuchar y tomar en serio lo que dice nuestra pareja, cuando se nos notifica una situación que causa dificultades, válido o no, alguno de los dos está poniendo sobre la mesa una estructura insatisfacción, entonces el reto central del tema es buscar una solución, hacer una sana negociación en procura de que ambos pueden sentir el mayor bienestar, pero si lejos de esto las cosas no se resuelven, pasa el tiempo y la situación se complica aún más, estamos frente la posibilidad de que con el paso del tiempo, la herida se haga muy grande y nos descubramos separados por un enorme abismo en el que sentimientos como enojo, resentimiento, frustración, tensión, le va a ganar el amor.
4. Prestarle atención a lo que dice nuestra pareja es importantísimo, dejar pasar el tiempo, y no resolver lo que nos roba la paz nunca será una alternativa, los temas resuelven aquí y ahora, en el presente, para evitar procesos de deterioro que pongan el riesgo la estabilidad de una relación.