Una pareja de ingleses, conformada por Klaire Carroll y Cassidy O’Connell, tras años de trabajo para costear una fertilización in vitro, logró cumplir su sueño de ser padres, pero desafortunadamente la historia tuvo un triste final.
Según un artículo de ‘The Sun’, el matrimonio pudo concebir y dar a luz a una bebé el pasado 30 de enero. Sin embargo, no alcanzó a cumplir ni sus seis meses de vida, a causa de que tenía un padecimiento y no fue atendido como se debía.
Klaire y Cassidy supieron que su bebé venía con problemas de salud desde que estaba en la pancita. De acuerdo con el medio local, los médicos les notificaron desde la semana 20 de gestación y les ofrecieron varias opciones.
Los chequeos arrojaron que la pequeña nacería con daño congénito en el corazón, síndrome de médula espinal anclada y afección intestinal. Por ello, les dieron las posibilidades de interrumpir el embarazo, cuidados paliativos o someter al bebé a múltiples cirugías.
Los padres de Harlow escogieron la tercera opción. Nació por cesárea y estuvo muchos momentos en el hospital. Según sus cuidadores, desde el primer instante batalló con su respiración y la alimentación.
Cassidy relató que la niña fue atendida por múltiples infecciones, entre ellas sepsis y meningitis. Tras practicarle tratamientos, en vez de mejorar, los niveles de las enfermedades se seguían manteniendo elevados.
“Los médicos hicieron todas las revisiones posibles y no encontraron la causa. Decidieron darle el alta, pero discutimos con el equipo porque sabíamos que algo no estaba bien. Ella necesitaba quedarse en el hospital”, explicó la madre.
El 31 de marzo de 2025, Harlow tuvo que ingresar nuevamente al hospital para estabilizar los niveles de flujo sanguíneo hacia sus pulmones. Allí, optaron por practicarle una cirugía a corazón abierto, procedimiento riesgoso que duró 7 horas.
Aunque casi no sobrevive a esa operación, ocurrió un milagro: “Estuvimos todo el tiempo a su lado, hablándole y rezando. Cuando empezó a mover sus manos y pies y trató de abrir los ojos, fue increíble. Lloramos de emoción”, dijo la mujer.
La recuperación de Harlow
Luego de casi un mes bajo la supervisión médica, Harlow fue dada de alta. El 28 de abril regresó a casa y pudo vivir un momento de esparcimiento junto a sus padres, cosa que antes no lograron hacer.
“Había pasado más de tres cuartas partes de su vida internada. Queríamos ser una familia normal. La llevamos al acuario y le encantó”, dijeron Cassidy y Klaire.
Para ellos, este evento más allá de ser un momento para distraerse, es un recuerdo positivo que tienen de su hija. “Atesoramos esa salida”, agregaron.
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El momento que dio un giro a sus vidas
A inicios de mayo, los niveles de oxígeno de Harlow bajaron nuevamente. Por ese motivo, entró de urgencia al hospital, donde los médicos detectaron una infección bacteriana en su corazón, conocida como endocarditis.
Con el fin de tratarla, le administraron antibiótico intravenoso, pero su cuerpo reaccionó mal y aparecieron coágulos en sus brazos. Hace menos de un mes, exactamente el 22 de mayo, la ingresaron a quirófano.
“Su color de piel no era normal. Entró en paro cardíaco y murió en mis brazos. Intentaron reanimarla, pero no pudieron hacer nada”, recordó Cassidy. “No paraba de gritar que no podía perderla, pero así fue”, complementó.
Para recibir un informe detallado de su fallecimiento, Cassidy y Klaire deben esperar hasta 18 meses, según indicó la clínica en la que se llevó su caso. Ahora, están dolidos, pero a la espera. Mientras tanto, recaudan fondos para hacerle un homenaje a su niña y darle el funeral que se merece.
“Compartimos nuestra historia para ayudar a otros padres y animarlos a que siempre aboguen por sus hijos si sienten que algo no va bien”, manifiestan.