Hace mucho tiempo las personas han creído que la “puerta al infierno” está ubicada bajo un conjunto de iglesias en el estado de Oaxaca, México. Aunque muchos no creían que esta teoría era cierta, parace ser que ahora cobra más sentido gracias a una investigación.
El grupo de exploración del ‘Proyecto Lyobaa’ descubrió un sistema de cuevas y pasadizos y creen que es la entrada ‘infernal’ a la también conocida como el ‘Templo de Lyobaa’. Esta palabra proviene del idioma zapoteco que significa ‘Eterno lugar de los muertos’ y está ubicada al sur de México, en las famosas ruinas de Mitla.
Este proyecto que se llevó a cabo en el año 2023, fue una colaboración entre la organización sin ánimo de lucro Proyecto de Investigación y Exploración Arqueológica (ARX), el Instituto Nacional de Historia y Antropología (INAH) y la Universidad Nacional Autónoma de México, para la realización, los expertos utilizaron una mezcla de leyendas antiguas y tecnologías modernas.
Esta leyenda surgió en el año 1674, cuando Francisco Burgoa, un sacerdote cronista del siglo XVII, narró cómo un grupo de misioneros españoles entraron al ‘Templo de Lyobaa’.
Allí relató la exploración de estos templos subterráneos que contenían cuatro cámaras interconectadas con el grupo misionero y que cuando entraron encontraron tumbas de sacerdotes y reyes de Teozepotlan.
Al seguir con la expedición, ellos encontraron una puerta de piedra que conducía a una caverna de 145 kilómetros, y acompañado de tantas tumbas, los españoles creyeron que se trataba de una puerta trasera que conducía al infierno, por lo que decidieron sellar el laberinto subterráneo. Por eso estuvo perdido durante tanto tiempo.
Después de miles de años el grupo liderado por Marco Vigato, utilizó tres métodos para combinar un modelo 3D y así encontrar los túneles y pasadizos que hay debajo de la iglesia.
Los arqueólogos utilizaron técnicas no invasivas y exploraron cinco conjuntos diferentes de ruinas, en el que el primer grupo se encargó de la iglesia, el segundo del arroyo, el tercero es el grupo sur y por último el de las columnas.
“Los hallazgos confirman la existencia de extensas cámaras y túneles subterráneos bajo el grupo de la iglesia del antiguo yacimiento, en el mismo lugar que los documentos coloniales y la tradición local reclaman como entrada al gran templo subterráneo de Lyobaa. Algunos de los túneles y cámaras se extienden a una profundidad considerable, más de 15 metros”, dijo.
La investigación ha dejado sorprendidos a los investigadores por todo lo que han encontrado, que los hace pensar que la puerta sí existe.
“En el caso del grupo sur, están hasta 30 metros de profundidad: ese es el máximo alcance que pueden alcanzar los instrumentos. Una cámara bajo la iglesia de San Pablo Apóstol mide aproximadamente quince metros de largo por diez metros de ancho. Es posible que los túneles, especialmente los que están bajo el grupo de la iglesia, se extiendan más hacia el norte, el este y el sur. Se conectó con otras anomalías geofísicas identificadas en los otros grupos”, agregó.
El sacerdote mencionado anteriormente, pinta un cuadro de cómo serían las cámaras funerarias reales, en el texto. Además, los reyes están vestidos con sus mejores galas. También describe dos cavernas que tienen una capilla y una cámara funeraria.
“Una habitación oscura y espantosa donde arrojaban los cuerpos de las víctimas de los grandes señores y jefes que habían caído en batalla”, dijo el sacerdote en su escrito.
Según Vigato la civilización de los zapotecas, creían que estas cuevas y laberintos subterráneos ubicados en Mitla era una puerta al inframundo y que por esa razón fue por muchos años el centro del culto a ‘Pitao Bezelao’, dios zapoteca de la muerte.
“La iglesia fue construida deliberadamente sobre el templo zapoteco más importante de Mitla. Fue una manera de convertir un sitio religioso preexistente y simbolizar el triunfo de la nueva fe.”, agregó Vigato.
Este equipo, mientras buscaba el altar mayor de la iglesia católica, encontraron un gran vacío que parecía conectar con una anomalía geofísica adicional al norte de este lugar, y los datos que ellos revelaron es que hay dos pasadizos este y oeste con una profundidad entre 5 y 8 metros.
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“La disposición de las cámaras y túneles bajo la iglesia muestra una articulación mucho mayor y más compleja que las relativamente simples cámaras cruciformes que existen bajo el Grupo de las Columnas y en otras partes del yacimiento”, describió el equipo.
Aunque la búsqueda no ha terminado el ‘Proyecto Lyobaa’, no pierden la esperanza de encontrar más cámaras subterráneas.