Decía que era pastor evangélico y que colaboraba para luchar contra el delito, pero cayó preso tras cometer un secuestro extorsivo junto a seis policías en Argentina, relata este lunes la prensa local.
“Uno cumple con lo que Dios enseña y lo que yo hago es poner a disposición de la justicia a quien infringe la ley”, decía Mauricio Puñales, uruguayo de 44 años, apodado ‘el pastor justiciero’ por los vecinos de Rafael Castillo, en la periferia de Buenos Aires.
Fue arrestado en febrero y acusado de cometer un secuestro extorsivo junto a seis cómplices policías, y espera ser sometido a juicio oral, consigna el diario Clarín, quien reveló el caso.
Puñales y sus secuaces de uniforme secuestraron en la calle a un ciudadano paraguayo que caminaba junto a su novia, lo torturaron y exigieron el pago de un rescate de 60.000 pesos (casi dos millones de colones) a sus allegados.
El hombre fue llevado a un descampado donde lo torturaron con disparos y amenazaron con amputarle los dedos.
Horas después y merced a la denuncia que presentó la novia de la víctima, fue liberado sano y salvo.
En el secuestro se utilizaron dos camionetas de la policía.
Puñales decía ser pastor evangélico y jefe de la Secretaría de Protección Ciudadana de La Matanza, pero ni su pertenencia a una congregación religiosa ni su trabajo ‘ad honorem’ en la fuerza municipal pudieron ser constatados.