Existen algunos insectos que causan distintas enfermedades en los animales y humanos y, si no se actúa a tiempo, la salud puede verse gravemente afectada.
Eso fue lo que le sucedió a Michael Kohlhof, un hombre de 35 años de Houston, Texas, quien tuvo que ser hospitalizado de emergencia por empezar a presentar un raro cuadro de pérdida de sensibilidad en sus manos y sus pies.
En el momento del suceso, Kohlhof se encontraba en San Antonio, Texas, en casa de su madre, cuando empezó a perder sensibilidad en sus manos y pies y a tener síntomas parecidos a los de una fuerte gripe y que en un momento los médicos pensaron que se trataba de covid-19.
El hombre se dirigió al hospital, en donde sus síntomas empeoraron al sufrir un shock séptico, que consiste en una baja de la presión arterial por causa de una grave infección.
Dada la condición de Kohlhof, los médicos tuvieron que recurrir a varios tratamientos como el uso de antibióticos y otros medicamentos aplicados por vía intravenosa, al igual que utilizar un ventilador para diálisis para poder mantenerlo con vida.
La situación del hombre empeoró y los médicos le informaron a su madre que le quedaba poco tiempo de vida, por lo que le pidieron que le avisara a sus amigos que lo visitaran para despedirse de él.
Lo más raro del caso es que esta situación médica se dio por la enfermedad conocida como tifus, la cual fue originada tras la picadura de una pulga y que estuvo a punto de quitarle la vida a Kohlhof, quien en Houston se dedicaba al arte y a las obras sociales.
De acuerdo con el Centro para el control y la prevención de enfermedades (CDC), el tifus es es una enfermedad provocada por una bacteria llamada Rickettsia typhi, se propaga a las personas mediante el contacto con pulgas infectadas, que se infectan cuando pican a animales que contienen la enfermedad como ratas, gatos o zarigüeyas.
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Así mismo, es transmitido por pulgas en climas tropicales y subtropicales de todo el mundo, incluso en áreas de los Estados Unidos, como el sur de California, Hawái y Texas.
Luego de desahuciarlo, Kohlhof milagrosamente empezó a recuperarse; sin embargo, por la gravedad de la enfermedad, sus manos y pies empezaron a sufrir de gangrena, por lo que los médicos tuvieron que tomar la difícil decisión de amputarle hasta los antebrazos y la mitad de sus pies.