Los adorables rostros de los cachorritos de Chernóbil esconden un gran riesgo para las personas que se atrevan a acariciarlos.
Estos peluditos son los protagonistas de un documental elaborado por el cineasta Drew Scanlon, quien viajó hasta Ucrania para conocer a estos animalitos radioactivos.
El mismo Scanlon tuvo que luchar contra las ganas de poder acariciar a los peluditos que se cruzaban en su camino.
"Se le advierte a los visitantes que no toquen a los animales en la Zona de Exclusión porque pueden llevar partículas radioactivas en su pelaje", dice el cineasta en el video.
Estos cachorros son los descendientes de las mascotas que fueron abandonadas por sus dueños cuando inesperadamente tuvieron que huir de sus hogares por el desastre en la planta nuclear de Chernóbil en el año de 1986.
De acuerdo con Clean Futures Fund (CFF), existen 250 perros callejeros que viven cerca de la edificación de la planta nuclear y más de 225 que habitan en la ciudad de Chernóbil.
LEA MÁS: ¿Perros callejeros azules? La contaminación de un río es la culpable
LEA MÁS: (Video) 'Me perdí en el terremoto': perritos sufren en México
La CFF aclara que es un error pensar que la central nuclear carece de vida, ya que en realidad 3.500 personas trabajan ahí diariamente.
De hecho, son muchos de estos trabajadores quienes velan por el bienestar de los cientos de peluditos que deben enfrentar el cruel frío ucraniano y la amenaza de otras formas de vida silvestre que han proliferado en el abandono.
Para poder atender a estos animalitos la CFF lanzó una campaña de recaudación de fondos a través de la plataforma GoFundMe, con la cual esperan recaudar la suma $80 mil.