EscucharCerca de 300 transportistas costarricenses se encuentran varados en las fronteras de Honduras, pues no cuentan con el requisito de visa que ese país les pide ahora a los ticos y se les hace imposible ingresar a suelo catracho para dejar o recoger mercancías.
Así lo detalló este sábado Francisco Quirós, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Transportes de Carga (Canatrac) luego de poco más de dos semanas del conflicto entre ambos países, por la solicitud mutua de visa consular, medida que primero optó Costa Rica.
Por eso, los camioneros de ambos países sufren las consecuencias de ese requisito, puesto que los transportistas catrachos también reportan problemas para tramitar la visa que les debe otorgar un consulado tico. Muchos de ellos también están varados con el producto sin poder entrar a territorio nacional.
En el caso de los ticos, muchos vienen de regreso de Guatemala o El Salvador, donde fueron a despachar producto y a recoger mercadería de vuelta, pero en su viaje de retorno a Tiquicia, no pueden pasar por Honduras y luego seguir su trayecto al sur, hacia Nicaragua y Costa Rica.
Mientras todo eso ocurre, la solución política al problema parece lejana, a pesar de que al final de la semana el canciller Hondureño, Enrique Rueda, propuso a nuestro país una tregua de 2 o 3 meses para retirar ese requisito, mientras se busca una solución conjunta.
Y es que todo comenzó por una decisión del gobierno de Rodrigo Chaves de imponer ese requisito migratorio a los hondureños, basado en una medida de seguridad, pero que se implementó de un día para otro, sin previo aviso para las autoridades hondureñas.
“Imponer algún tipo de requisito, si bien puede ser fundamentado en este caso por un tema de seguridad, sí genera roces y complicaciones para esa libre circulación que se está tratando de promover en el caso centroamericano, a través del Sistema de Integración de Centroamérica, SICA”, comentó el analista político, Sergio Araya.
Para el experto, la bronca no la originó propiamente la medida de imponer visa a los ciudadanos de Honduras, sino más que todo la forma unilateral en que se hizo, sin que existiera un anuncio previo de parte del canciller tico, Arnoldo André, con su colega catracho.
Tampoco que se brindó un tiempo adecuado para que la medida comenzara a regir.
“Los exportadores e importadores han manifestado su disconformidad con la medida, porque evidentemente esta acción unilateral del gobierno de Costa Rica generó una reacción del gobierno hondureño”, detalló Araya.
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Aunque el experto calificó también como desmedida la reacción de Honduras por la cantidad de requisitos que les exige a los costarricenses para darles la visa, todo responde a la posición inicial del gobierno costarricense.
“Es consecuencia de esa acción. Creo que se pudo sopesar un poco más y medir en la balanza si eran más los perjuicios y riesgos que los beneficios”, concluyó Araya.
