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Agricultor de Tierra Blanca de Cartago desarrolló una superpapa resistente y sabrosa

Este agricultor ahora es doctor de la UCR y dice con orgullo que se crió “sembrando, cosechando y comiendo papa”

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Un agricultor de la pura cepa, vecino de Tierra Blanca de Cartago, de esos que nacen, crecen y le viven rascando la panza a la tierra para lograr la mejor cosecha, desarrolló la superpapa más resistente y sabrosa de la historia de Costa Rica, él le puso de nombre Criollitica.

Un agricultor de la pura cepa, vecino de Tierra Blanca de Cartago, de esos que nacen, crecen y viven rascándole la panza a la tierra para lograr la mejor cosecha, desarrolló la superpapa más resistente y sabrosa de la historia de Costa Rica, él le puso Criollitica
Un agricultor de Tierra Blanca de Cartago desarrolló la superpapa más resistente y sabrosa de la historia tica, es el doctor Arturo Brenes Angulo. (Cortesía)

Tiene 60 años de edad y es el doctor Arturo Brenes Angulo, coordinador del Laboratorio de Biotecnología de Plantas (LBP) del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) de la Universidad de Costa Rica (UCR), en donde, durante 15 años, trabajó para lograr el superproducto.

“Me crié sembrando, cosechando y comiendo papa. Amo la papa, amo ser agricultor y amo ser cartago. Estudié en la escuela de Tierra Blanca, en la Manuel de Jesús Jiménez, el bachillerato colegial lo saqué en el Colegio Nocturno de Cartago porque debía trabajar en el campo en el día y estudiar por las noches.

“Ese trabajo en el día fue en el campo siempre, produciendo papa, cebolla, zanahoria, en fin, todo lo que se pudiera cosechar y ayudar a la familia en lo económico. Como agricultor de papa aprendí a quererla y estoy seguro que por ahí viene el esfuerzo por ayudar a todos los otros agricultores paperos del país con una papa muy resistente y de un muy buen sabor”, nos explica este doctor papero brumoso.

Un agricultor de la pura cepa, vecino de Tierra Blanca de Cartago, de esos que nacen, crecen y viven rascándole la panza a la tierra para lograr la mejor cosecha, desarrolló la superpapa más resistente y sabrosa de la historia de Costa Rica, él le puso Criollitica. Tiene 60 años de edad y es el doctor Arturo Brenes Angulo, coordinador del Laboratorio de Biotecnología de Plantas (LBP) del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) de la Universidad de Costa Rica (UCR), en donde durante 15 años este agricultor trabajó para lograr la superpapa.
La superpapa es más resistente a las plagas que afectan los cultivos en el país. (Cortesía)

Este brumoso asegura que la Criollitica es para paladares exigentes porque es riquísima y promete que vamos a disfrutarla mucho tanto en nuestras casas como en los restaurantes porque es buenísima para diferentes tipos de platillos.

“El sabor, el color, la consistencia la hacen una papa especial. En el país estamos acostumbrados a comer una papa blanca que no sabe a casi nada y que seguimos sembrando porque como aquí manda el intermediario (el que le compra al agricultor y después revende), pues es el intermediario es el que dice qué se cultiva y qué no, sin tener ningún criterio técnico.

“Lo que pasa con eso es que el pueblo consume papas de muy baja calidad y sabor, porque no hemos podido desarrollar una cultura con papas de buen sabor y calidad”, reconoce.

Un agricultor de la pura cepa, vecino de Tierra Blanca de Cartago, de esos que nacen, crecen y viven rascándole la panza a la tierra para lograr la mejor cosecha, desarrolló la superpapa más resistente y sabrosa de la historia de Costa Rica, él le puso Criollitica. Tiene 60 años de edad y es el doctor Arturo Brenes Angulo, coordinador del Laboratorio de Biotecnología de Plantas (LBP) del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) de la Universidad de Costa Rica (UCR), en donde durante 15 años este agricultor trabajó para lograr la superpapa.
Criollitica es mucho más amarilla que las papas más conocidas del país. (Cortesía)

Después de luchar 15 años en desarrollar la Criollitica, el doctor confirma que cuando echen esta nueva variedad de papa en una olla de carne, le dará mejor sabor al caldo, además, es especial para purés y picadillos porque en verdad se saborea muy bien, mucho mejor que variedades como la Floresta (la blanca que no sabe a casi nada), la Granola (amarillita), la Única (piel roja, también buena para comer), la Elbe (especial para hojuelas y papas fritas).

El científico está muy feliz porque considera que provocará que nuestros agricultores no envidien los goces de Europa. “Es una papa que puede competir de tú a tú en sabor con la más cara del mundo que vale 500 euros el kilo (unos 280 mil colones aproximadamente), es la papa Bonnotte de Francia. La gente en Europa paga mucha plata por un kilo, pues bien, la Criollitica, lo voy a decir con orgullo de agricultor, supera a la Bonnotte.

“Es de un amarillo intenso, si la señora de la casa la hace al horno, sancochada o en puré, va a llamar la atención solo con verla y si a eso le suma que cuando se hace un picadillo no se va a deshacer, que en la olla de carne tampoco se deshace, los beneficios son muchos, nada más imagínese unos tamales con la masa revuelta con Criollitica, será una masa amarilla sabrosísima”, aclara.

¿Por qué le decimos que es una superpapa? El doctor de la UCR explica que es un tubérculo con altísima resistencia a las enfermedades y plagas que afectan a todos los agricultores paperos del país, además, da más rendimiento porque se necesitan menos químicos.

Un agricultor de la pura cepa, vecino de Tierra Blanca de Cartago, de esos que nacen, crecen y viven rascándole la panza a la tierra para lograr la mejor cosecha, desarrolló la superpapa más resistente y sabrosa de la historia de Costa Rica, él le puso Criollitica
Nos asegura el doctor agricultor que la olla de carne y los tamales quedarán más sabrosos. (Cortesía)

“Se puede sembrar varias veces al año, tiene ciclo corto para poderla cosechar. El agricultor podrá producir hasta 40 toneladas por hectárea. Es la papa en la actualidad más resistente a plagas, eso sí, el agricultor debe mantener el cuido debido.

“Los paperos reducirán los costos en la aplicación de fungicidas e insecticidas, que actualmente son productos muy caros y que contaminan mucho el producto final”, comenta el agricultor, quien recordó afectaciones en ese producto, como la polilla, los hongos, bacterias, gases atmosféricos, entre otros.

“En el país se han introducido papas criollas de otros lugares como Colombia. No obstante, estas dan poco rendimiento en el campo y, por ello, al productor costarricense no le llaman mucho la atención, pero al cliente sí. Por eso, desde hace varios años, (el doctor) Brenes comenzó a trabajar con semillas traídas de Suramérica. Poco a poco, se hicieron los cruces para iniciar con el proceso de selección y evaluación en el campo, lo cual dio origen a la papa Criollitica”, explica por su parte la UCR.

Un agricultor de la pura cepa, vecino de Tierra Blanca de Cartago, de esos que nacen, crecen y viven rascándole la panza a la tierra para lograr la mejor cosecha, desarrolló la superpapa más resistente y sabrosa de la historia de Costa Rica, él le puso Criollitica. Tiene 60 años de edad y es el doctor Arturo Brenes Angulo, coordinador del Laboratorio de Biotecnología de Plantas (LBP) del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) de la Universidad de Costa Rica (UCR), en donde durante 15 años este agricultor trabajó para lograr la superpapa.
La superpapa no tiene que envidarle sabor a la papa más cara del mundo, la Bonnotte francesa. (Cortesía)

En Tiquicia, asegura la UCR, hay más de mil familias que se dedican a cultivar papa. Se calcula que los ticos nos comemos más de 5 mil toneladas métricas mensuales de ese delicioso alimento, eso significa que es fundamental en la cocina costarricense.

En Cartago es donde más se siembra, específicamente en los cantones de Oreamuno, Alvarado y Turrialba. También se cultiva en Alajuela (Zarcero, Sarchí y Poás) y en San José (Dota, Moravia y Coronado).

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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