El 10 octubre anterior Cataluña celebró que en el referéndum del 1 de octubre, un total de 2.020.144 catalanes le dijeron sí a la independencia de España y solo 176.565 le dijeron que no, por eso Cataluña se proclamó oficial como nuevo país, al que llamaron República Catalana, esto aunque España no lo acepta y afirma que Cataluña sigue siendo parte de su territorio.
El pasado domingo 12 de noviembre la humanidad dio un primer paso en lo que se conoce como el primer país espacial que se llama Asgardia y es promovido por investigadores, científicos y empresario. Asgardia está todavía creando su constitución política en la cual buscarán dejar bien claro que desean la explotación pacífica del espacio, en una libertad total de las leyes de cualquier país terrícola.
Asgardia no tiene todavía el visto bueno de la Organización de las Naciones Unidas, pero ya tiene territorio en el espacio, un pequeño satélite, del tamaño de un bollo de pan, que desde el pasado martes 14 de noviembre está en órbita. Ese pequeñín es, por así decirlo, la primera piedra de Asgardia.
Esos dos casos independentistas del 2017, tienen un hermano mayor en Tiquicia. El 25 de febrero de 1995 “nació oficialmente” la República Independiente de Airrecú, que fue nada más y nada menos que el intento independentista de un grupo de ticos que lucharon porque entre Costa Rica y Nicaragua “naciera” un nuevo país, justo como lo intenta Cataluña y con las mismas ilusiones de ser independientes de Asgardia.
Un país que medía tres veces La Sabana
De acuerdo a la historia todo comenzó en 1994, cuando fueron reordenados los mojones que señalan el límite entre Nicaragua y Costa Rica, a la hora de hacer ese nuevo señalamiento, al parecer, dejaron unas 250 familias ticas con todo y sus tierras, en su mayoría indígenas de la etnia Guatuso o Maleku, del lado nica.
Al ver esas familias que de la noche a la mañana pasaron de ser ticos a nicas decidieron crear un “nuevo país” en Centroamérica, algo que de inmediato generó broncas en los gobiernos de ambos países, que jamás reconocieron a la autoproclamada “nueva república”.
El finquero Augusto Rodríguez, el empresario Omar Jaén y el abogado Luis Guillermo Marín (todos fallecidos), proclamaron desde el 25 de febrero de 1995, sin ningún apoyo nacional o internacional, el nuevo país, del cual su primer y único presidente fue don Augusto.
Airrecú se ubicó en una tira de tierra de 213 kilómetros cuadrados, (casi tres veces La Sabana) entre los mojones 12 y 14, frente a los pueblos Buena Vista y Casa Quemada, del cantón de Upala, en una zona que el gobierno tico reconoce como nicaragüense.
Antes de que a esa tira de tierra le pusiera República Independiente de Airrecú, se conocía como la finca Jomusa.
Costa Rica regaló su tierra
Augusto, el autodeclarado presidente, en 1995 explicó que la gran bronca nació porque en el tratado de límites entre Costa Rica y Nicaragua, Cañas-Jerez, se dice claramente que el límite entre ambos países se fija a dos millas terrestres inglesas del bordel del Lago de Nicaragua.
Sin embargo, como los límites oficiales no se pudieron establecer de inmediato por las autoridades ticas y nicas, se realizó hasta 1994.
“La frontera que se trazó en 1994 le quitó tierra a Costa Rica y Nicaragua se apropió de ese territorio. Después de que Omar Jaén realizara varios estudios, al ser él experto costarricense en fronteras, Nicaragua se retiró de esas tierras pero Costa Rica no quiso reasumir su soberanía por eso nació Airrecú”, explicó Ramírez en aquella época.
Una vez que los líderes del “nuevo país” lograron armar lo administrativo, como constitución política, himno, bandera, escudo, censo de su población, idioma oficial (que fueron dos: español y maleku), el 23 de junio de 1995, entregaron en la oficina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Costa Rica, todos los documentos para que se iniciaran los trámites independentistas a través de la Organización de Naciones Unidas, (ONU).
"Que corra sangre"
Para aquellos días de junio de 1995, el abogado Marín le dio declaraciones a la prensa nacional sobre hasta dónde pensaban llegar los líderes de Airrecú para consolidar su idea de la nueva república y sus palabras dejaron con la boca abierta a la mayoría de ticos.
“Si tiene que correr sangre que corra, la historia se escribe con sangre. Estamos dispuestos a morir si es necesario. Estamos esperando la respuesta final de la ONU y si es necesario pediríamos la intervención de los cascos azules (grupo militar de la ONU) para defendernos de los nicaragüenses”, afirmó Marín al periódico La Nación, el jueves 28 de junio del 95.
Quien fuera el representante en Costa Rica del PNUD, Hans Kursz, ese mismo día dijo: “Las Naciones Unidas no toma ninguna posición porque no han recibido petición formal. En febrero, la ONU recibió una solicitud de orientación y el departamento legal, en Nueva York (Estados Unidos), fue claro al responder que no puede intervenir de ninguna forma, por ser un asunto de dos estados soberanos”.
Airrecú terminó en un sueño cuando todas las familias ticas que estaban en los 213 kilómetros cuadrados de la “nueva república” fueron reubicadas (en julio de 1995) por el Instituto de Desarrollo Agrario (IDA) en Aguas Negras, una zona cerca de Los Chiles, de acuerdo a lo que oficializó el gobierno de José María Figueres en 1995, por medio de Felipe Espinoza, funcionario de alto rango del IDA.
A pesar de que Augusto Rodríguez y Omar Jaén siguieron luchando por la independencia de Airrecú, ni el gobierno tico ni el nica les dieron pelota. Con el fallecimiento de ellos y del abogado Marín, también murió la ilusión de tener en Centroamérica un hermano menor lleno de pura amistad maleku.