Mariano Figueres, hijo del expresidente José Figueres Ferrer, se enamoró desde niño de La Lucha, la finca que compró su padre en 1928 en San Cristóbal de Desamparados.
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En este lugar don Pepe instaló la fábrica San Cristobal, donde fabrican sacos de cabuya, mecates para guindar la ropa y otros productos. Actualmente esta empresa les da trabajo a 400 personas que viven en zonas cercanas.
Mariano, quien fuera director de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) entre 2014 y 2018, administró este negocio por más de 30 años pero en su inquieta mente siempre estaba la idea de convertir esta propiedad en un lugar turístico.
La Lucha es una propiedad de un poco más de 400 hectáreas, que cuenta con recursos naturales atractivos, como una laguna natural, senderos y bosque.
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Estas bellezas inspiraron a Mariano para empezar, hace cuatro años, un proyecto turístico que ya es una realidad.
Fue así como nació la empresa Destinos La Lucha, la cual ofrece visitas guiadas a la finca.
Ahí los visitantes pueden andar a caballo, caminar por senderos, navegar en la laguna de Muni, acampar y visitar la fábrica donde se hacen los sacos de cabuya.
También hay un circuito para los conductores que tienen vehículos 4X4, una ruta para los amantes del ciclismo de montaña, un espacio para practicar “paintball” y una cancha de fútbol once para mejenguear.
Eso no es todo, ya que también tienen un hotel con 40 habitaciones para relajarse y salirse de la rutina. Ofrecen tal descanso que no tienen teles.
Gracias a esta idea, 20 personas de La Lucha y de lugares cercanos tienen trabajo.
Las tarifas para visitar estas atracciones van desde los ¢2.000 hasta los ¢7.000. Las habitaciones tienen un costo por noche de entre ¢7.000 y ¢10.000.