El edificio Teresa, ubicado en barrio Amón, será como una máquina del tiempo de San José.
Esto gracias a que Carolina Rodríguez Herrera, artista costarricense, pinta lo mejor de la capital de ayer y hoy en la fachada de esta hermosa estructura.
La artista explica que su obra es una alegoría (símbolo) a la ciudad de San José, a las más representativas construcciones que tiene Chepe, como por ejemplo el Templo de la Música del parque Morazán y el Teatro Nacional.
Ella vive en Estados Unidos desde hace 10 años, sin embargo, apenas abrieron las fronteras aéreas (cerradas por la pandemia de la covid-19), tomó el primer vuelo humanitario que apareció y aterrizó en su amada Tiquicia para cumplir con el compromiso que tuvo que arrancar en marzo.
Ella empezó a dibujar hace 20 días y calcula que se llevará otros diez días más.
Modelos de calidad
Carolina tenía tantas ganas de empezar el proyecto que movió cielo y tierra con tal de cumplir su sueño.
“Hice hasta lo imposible por estar en el país, viajé en carro de Ilinois a Texas (un viaje de 1.600 kilómetros que se hace en promedio en 15 horas) en junio y de ahí en avión para acá. Una vez en Costa Rica, tuve que hacer la cuarentena y cuando la terminé, cerraron todo por las restricciones sanitarias, por eso fue que hasta hace pocos días pude comenzar”, explicó.
A puro pincel y brocha también incluirá en la obra el edificio Herdocia, construido en 1945 y que está en la cuadra al norte de Correos, al que también veremos en la obra; el teatro Melico Salazar, la botica Solera, la Escuela Metálica (Buenaventura Corrales), el Museo Nacional y el quiosco del parque Central.
La pintura será de unos 20 metros de largo por tres de ancho y cubre los dos lados de la fachada del edificio Teresa. Usa pintura acrílica para exteriores para que soporte la lluvia y el sol.
Para lograr un paso más ágil en el trabajo, Carolina convocó a otra artista, Laura Chevez, quien le está ayudando en todo el tema de la pintada y la colocada de andamios.
Pasión por Chepe
La artista dice que la idea nació hace un año cuando la arquitecta Ana Victoria Lobo, de la firma A3-Arquitectos y Ricardo Rojas, dueño del edificio, la contactaron.
"Yo tengo en Facebook una página que se llama “ChepeArt” la cual es inspirada en los edificios emblemáticos de San José y fue a partir de ahí que se comenzó a pensar en cómo plasmar la ciudad en el edificio, cómo llenar de vida y de color esta esquina (el edificio se ubica exactamente en la esquina de la calle 3A y avenida 7, 200 oeste del edificio del INS)", cuenta la artista.
Caro reconoce que jamás había hecho una pintura tan grande ni de tantos elementos de su amado San José, porque es que ella ama con todo su corazón a Chepe.
Dice que sí tiene trabajos que han llamado mucho la atención de los josefinos, pero cree que este será de los que más atraiga miradas.
“Yo fui quien pintó la vaca de Marito Mortadela (personaje del paisaje josefino quien ya falleció) y también hice otros murales, pero nada tan grande.
"A mí me encanta San José, tiene su belleza, siempre que estoy en Estados Unidos, deseo volver a mi amada capital, es que la mayoría de mi obra es inspirada en San Jose”, reconoció esta graduada de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica (UCR).
En el caso de Laura, también josefina, pero del lado de Moravia, dice que para ella es un reto hermoso.
"Este mural tiene demasiado color y detalle. Hay que trabajar bien y rápido, con mucho cuidado porque es un trabajo en las alturas y se debe tener concentración en la obra y en el equilibrio, aquí un paso en falso complica todo.
“Es un trabajo muy visionario, hermoso, alegrará mucho la capital. El proceso es lento porque cada cuatro o cinco metros que se avanzan hay que ir moviendo los dos andamios, eso ocupa mucho tiempo, es como pasarse de casa cada vez por todo lo que se debe mover. Nunca nos imaginamos que iba a ser así de complicado, sin embargo, así se disfruta más”, dice Laura.