El que podría ser el mayor caso de corrupción del país se destapó gracias a la Operación Cochinilla.
El nombre fue escogido porque el insecto con ese nombre y la corrupción tienen en común que arrasan con lo que se topan, son muy difíciles de encontrar y si no se les extermina, siempre vuelven. O incluso regresan cuando parecen haberse ido.
El ingeniero agrónomo Daniel Ramírez Valerio, coordinador del Programa de Control de Plagas del Instituto del Café de Costa Rica (Icafe), sabe de bichos dañinos y dice que nuestras autoridades la pegaron con el bautizo de la operación que el 14 de junio hizo 57 allanamientos por un caso del supuesto mal uso de 78.000 millones de colones.
Las cochinillas son parásitos de las plantas, existen aproximadamente dos mil especies en el mundo y todas chupan el tallo para alimentarse de la savia. La mata primero deja de crecer y va de mal en peor hasta que se seca. Entonces las cochinillas pasan a otra planta.
“Me sorprende que se la jugaran tan bien con el nombre (de la operación policial) porque se refiere a bichos que son una plaga, se reproducen muy rápido y buscan siempre cómo esconderse para seguir chupando”, explica Ramírez.
Al ingeniero le ha tocado fajarse contra las cochinillas más de una vez porque en el cultivo del café son comunes, lo mismo que en cañales o arrozales.
“Este insecto puede atacar tanto el tallo como la raíz, por eso son tan difíciles de eliminar, hay que tener muy buen ojo para ubicarlos y entender dónde están haciendo daño”, comentó el experto.
Analizando más el nombre del operativo que llevó al OIJ hasta Casa Presidencial, el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), empresas constructoras y casas de habitación, surgen otras coincidencias.
Por ejemplo, esta plaga se encuentra en todo el país.
Eso sí, una gran diferencia entre los detenidos en el operativo y las cochinillas de verdad es que los insectos son plagas de temporada, no son mucho de época lluviosa, les gusta más el verano. Y en el caso de los sospechosos de corrupción, de este caso y de muchos más, esos jamás descansan.
Casi como una advertencia, explica Daniel: “Hay algo que debo dejar claro y es que las cochinillas siempre vuelven, por más que se fumigue”.
“Por eso hay que estar siempre vigilantes, muy atentos. No se pueden descuidar porque en menos de dos semanas ya se reprodujeron por montones y se sufre otra vez de una plaga”, añadió el ingeniero.
El sonado caso
Este caso de supuesta corrupción reventó el lunes.
Se habrían desviado platas del Consejo Nacional de Vialidad --los 78.000 millones de colones-- entre los años 2018, 2019 y los primeros trimestres del 2020.
Fueron detenidas, hasta ahora, 30 personas entre empresarios de constructoras así como empleados y exempleados del Conavi.
Entre los detenidos están Carlos Cerdas Araya y Mélida Solís Vargas, de las constructoras MECO y H. Solís, respectivamente, empresas que lideran la construcción de obras viales en el país.
Según la información del OIJ, poco después de que en el 2018 se iniciaran las investigaciones por una denuncia sobre presunta corrupción en la adjudicación de obras viales, los agentes encontraron semejanzas entre la forma en que actuaban las personas investigadas y la destructiva cochinilla.
Al explicar la escogencia del nombre para la operación, desde el OIJ dijeron: “Fue un asunto meramente policial, basado en las características de la investigación que se realizaba y que tenía mucha concordancia con los efectos negativos de la cochinilla.
“La plaga se caracteriza por la poca visibilidad. Eso le sirve para la proliferación y su detección se torna complicada al ubicarse en las bases de los tallos y el reverso de las hojas, donde la revisión a simple vista no es efectiva.
“Para encontrarla hay que hacer maniobras, como escarbar y voltear las hojas, para observar los puntos blancos, pero para cuando pasa esto, la planta ya ha manifestado un estancamiento en su crecimiento o en el peor de los casos, las hojas y tallos comienzan a verse amarillentos y su aniquilación es compleja”.
¿Ven? Exactamente igual que la corrupción que durante años ha afectado a nuestro país.
“Este caso nos puso ante un panorama donde la corrupción se encuentra oculta detrás de mecanismos que tratan de no evidenciar el actuar nocivo para las finanzas del Estado”, explicó Joaquín Sánchez, jefe de la Sección Anticorrupción del OIJ.
Esa frase es como un retrato de las temidas cochinillas, pesadilla de jardineros y agricultores.
“No hay nada mejor que vigilar, vigilar y vigilar”, dijo el ingeniero Ramírez como pasándoles el santo a las autoridades del país.