La inflación más alta del último año y el cambio del dólar más alto de los últimos diez años, así cerró la primera quincena de este mes de setiembre y para golpearnos más duro el Banco Central de Costa Rica (BCCR) anunció el sétimo aumento seguido de la Tasa de Política Monetaria (TPM).
El aumento de intereses es de 7,50% a 8,50% y representa un subonazo de 7,75 puntos porcentuales desde diciembre del 2021.
¿Por qué el aumento de la Tasa de Política Monetaria afecta al pueblo?
Muy fácil, los aumentos de esa tasa tienen consecuencias muy serias en todo el sistema financiero y la economía nacional. La TPM es usada como referencia de las entidades financieras, intermediarios y otros, para calcular el costo económico en caso de requerir recursos del Banco Central; además parte como base de cobro para el cálculo de las tasas de créditos al público, es decir, los aumentos de la TPM terminan traspasándose a las tasas activas, que son las que paga el público y las empresas por sus créditos.
¿Prefiere un ejemplo? Don Alberto Sánchez, (es un caso de la vida real), compró hace un año una casa en Los Ángeles de Cartago. La casita la compró con un préstamo bancario. El primer mes tuvo que pagar 340 mil colones y estaba super contento porque incluso era diez rojitos menos de los ₵350 mil que le habían dicho que tendría que pagar.
Un año después, don Alberto está con el agua hasta el cuello porque el último pago, el de agosto pasado, fue de 490 mil colones. La verdad, ya está desesperado, no sabe qué hacer con ese aumento tan grande en el pago del sueño de su vida, su casita.
“Los efectos para las familias y el sector productivo que ocupan dinero o que tienen préstamos es de estrujamiento en sus finanzas y de desaceleración de la actividad económica. Si las personas tienen deudas con tasas variables, las mismas van a aumentar reduciendo el ingreso disponible y necesariamente el consumo de otros bienes y servicios”, explica Olman Segura Bonilla, director del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (CINPE).
De igual forma las empresas deberán acomodar sus finanzas y de hecho buscarán reducir sus gastos para ajustar su presupuesto a la nueva realidad. También, ante el aumento de las tasas de interés se reduce la idea de correr riesgos y a las inversiones en nuevos emprendimientos.
Los aumentos de la TPM, a pesar del frenazo en la economía, se realizan con la intención de controlar la inflación. Ésta, a diferencia del 2021 en que terminó dentro de la meta que había establecido el BCCR de entre 2% y 4%, siendo 3,30%; en el 2022 definitivamente terminará fuera de esa meta, pues de enero a agosto de este año ya alcanzó 9,45%.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el transporte, los alimentos y bebidas no alcohólicas, y comidas fuera del hogar son los que más contribuyen al aumento de la inflación.
Este tipo de gastos representan una mayor porción de los ingresos de las personas de ingresos más bajos, lo que convierte lamentablemente a la inflación como el “impuesto enemigo” que puede enfrentar el pueblo.
“El Banco Central y el gobierno deben considerar esta situación de un doble estrujamiento a los bolsillos de las familias más pobres y endeudadas, que en el corto plazo tendrán que enfrentar aumentos en el pago de intereses y aumento de precios en su canasta básica, y quizás hasta un tercer efecto que puede ser la pérdida de empleo ante la desaceleración de la economía”, indicó Segura.
Segura calificó como preciso y urgente un plan de reactivación económica y el anuncio de una política económica clara que reduzca la incertidumbre, y genere estabilidad y confianza en el sector productivo nacional.