Con apenas 2 años y cinco meses, Darkiell Blanco Naranjo ha tenido una vida difícil.
Este niño puntarenense nació con una cardiopatía pulmonar, una enfermedad sin cura ni cirugía que la corrija.
Los médicos le han dicho a los papás del bebito --Jennifer Naranjo y Jonathan Blanco-- que ya ellos, desde la ciencia, hicieron todo lo posible.
“Se ha complicado porque se resfrió desde el quince de marzo, el corazoncito no le está funcionando como debe y está delicado”, explicó la madre, quien se encuentra con él en el Hospital Nacional de Niños, donde lo tienen internado desde entonces.
Darkiell depende de oxígeno y necesita una máquina (llamada concentrador), a la que debe estar conectado siempre. Por eso funcionarios de Trabajo Social del HNN les recomendaron a los papás cambiar toda la instalación eléctrica de la casa porque está muy mala.
Además, el zinc no sirve y las cerchas están podridas o comidas por el comején. Los cambios que urgen son muchos y grandes.
La casita en la que vive la familia Blanco Naranjo (de siete hijos) se encuentra en Chacarita de Puntarenas y se la prestaron para vivir el tiempo que necesitaran porque la dueña no se encuentra ya en la provincia.
Ayuda, pero aún falta
Este fin de semana que pasó, gracias a la colaboración de la maestra de preescolar Jéssica Espinoza, quien es conocida entre porteños y guanacastecos por sus campañas de ayuda, se logró reunir 450 mil colones.
Con esa plata compraron láminas de fibrolit, cable eléctrico, una caja de “breackers” y tubos para meter el cableado; así acondicionaron el cuarto del angelito hasta donde se pudo.
“Nos pidieron un breacker solo para esa máquina (el concentrador) y un tomacorriente exclusivo y gracias al buen corazón de varias personas voluntarias nos lo fueron a instalar todo en el cuarto de él, gracias a Dios”, dijo Jennifer.
Sin embargo, aún necesitan ayuda para el resto de la casa (el segundo cuarto, la sala y la cocina), ya que en el hospital les pidieron hacer los arreglos en toda la vivienda para que Darkiell no tenga que pasar todo el tiempo en el cuarto y así mejorar su calidad de vida.
Buena respuesta
Jéssica, la maestra, se puso en contacto con la familia para ayudarla luego de que sus amigos comenzaran a etiquetarla en una publicación hecha por los Blanco Naranjo. La buscaron porque conocen su buen corazón.
“Cuando tomé el caso me fui a supervisar la casa, hicimos una transmisión pidiédole a la gente colaboración y nos hicieron algunas donaciones en especie para rifarlas y juntar la plata”, narró la educadora.
Ella calcula que con un millón más que junten podrían cambiar el techo y el cielorraso. La mano de obra se las están donando, lo que es una gran salvada.
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Como ejemplo de lo urgentes que son los arreglos, Jennifer nos contó que un día de estos -- antes de tener que viajar a San José a que internaran a su hijo-- casi se mata con el jalonazo que le pegó un cable pelado cuando iba a conectar el “coffe maker” de la casa y, como hay tanto niño, es mejor prevenir y evitar que les ocurra algo malo.
Darkiell es el menor de siete hermanitos. La mayor es Reichel Yaleska, de 16 años, y le siguen Sheilyn Valeska de 14; Shelsy Nicole, de 12, Keicha Jimena, de 9; Jonathan Manuel, de 7 y Sherelyn Shamira, de 6.
El problema de salud de este bebito no es hereditario, su malformación cardíaca se desarrolló desde que estaba en la pancita de su madre.
Fortalecida
“Para mí ha sido demasiado duro el que me dieran la noticia de que él puede morir en cualquier momento, le he pedido tanto a Dios porque él sufre mucho cuando me le agarran esas crisis. Sufre demasiado y le pido a Dios que pase lo que tenga que pasar, pero que solo me dé fuerzas, pero no verlo sufrir”, dijo la mamá.
Por la condición de salud de Darkiell, él no puede hacer actividades como un chiquito sano.
“Se agita mucho, no puede hacer muchas cosas porque con cualquier cosita se agita, hasta para comer”, comentó la madre.
Los médicos que lo están tratando son cautelosos en cuanto a la vida del bebito.
“Ellos me dicen que no son Dios para decirme con precisión cuándo sucederá, pero son claros de que puede pasar en minutos, días, meses o años”, comentó Jennifer.
Es probable de que este miércoles a Darkiell le den la salida del hospital y pueda regresar a casa con sus hermanos y su padre, que es pescador.
La mamá nos contó que, pese a lo delicado de su salud, este martes el pequeño Darkiell lucía más alentadito y se sentaba y hablaba con ella.
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Ella mostró un video con los cambios hechos en el cuartito de su hijo para hacer ver que ya habían mejorado las condiciones y que le pudieran dar la salida del Hospital de Niños.
Si usted quiere echarle una mano a esta familia puede hacer un depósito SINPE al 8396-0362 a nombre de Joselyn Blanco Villagra, tía del bebito; o si lo prefiere al número de la maestra Jéssica Espinoza, el 8567-9182, indicando que se trata de ayuda para el chiquito.