Los motivos de una mala circulación pueden ser diversos, pero por medio de una buena alimentación podemos mejorar eso.
Alimentos recomendados:
El consumo adecuado de agua facilita la eliminación de toxinas y ayuda a mejorar la circulación sanguínea. Pueden también ingerirse otros líquidos, como infusiones, sobre todo diuréticas cuando hay problemas circulatorios. Hablo del diente de león o el té rojo, al cual han vinculado mediante varios estudios con una mejoría significativa de la circulación sanguínea.
La fibra presente en los vegetales y en las frutas es fundamental para favorecer la disminución de los lípidos (o grasas) en la sangre y consecuentemente beneficiar la circulación. Además, el ejercicio regular, los movimientos que involucren las piernas y el acostarse unos minutos con las piernas elevadas pueden también mejorar la circulación.
La grasa poliinsaturada, a diferencia de la saturada, tiene el poder de aumentar el colesterol bueno (evita la formación de placas en las paredes de las arterias) y disminuir la viscosidad de la sangre, lo que favorece una adecuada circulación. Este tipo de grasa lo podemos encontrar en alimentos como los aceites vegetales de oliva, girasol, maíz y soya; en los frutos secos como nueces y almendras y en pescados como las sardinas y el salmón.
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Por último, un mineral, el potasio, ayuda a contrarrestar el efecto del sodio, por lo que favorece la eliminación de agua del organismo. El potasio podemos consumirlo al ingerir alimentos como el banano, piña, sandía, papa, zanahorias, espinacas, camote, germen de trigo, pescado, frijoles, lentejas, garbanzos, etc.
Por la nutricionista Laura Brancacci.