La Caja Costarricense de Seguro Social le rindió un sentido homenaje al ginecólogo Reinaldo Albernás, de 54 años, quien lamentablemente se convirtió este lunes 20 de abril en la sexta víctima mortal del COVID-19 en nuestro país.
Albernás era el paciente cero, es decir, el primer costarricense al que se le detectó el virus. De forma directa e indirecta fue el foco de contagio de 81 personas.
Por medio de su página de Facebook, la Caja destacó la gran persona, colega y amigo, que fue don Reinaldo, quien antes de partir tuvo que afrontar dos grandes luchas.
“Su luz se apagó tras una batalla feroz de 45 días, no sólo contra el virus SARS-CoV-2 que entró a su cuerpo y le enfermó de COVID-19 sino contra la intolerancia de muchos, que sin conocerlo, le juzgaron, que sin nunca haber compartido un hola o adiós con él, lo habían sentenciado desde que se anunció, más entre rumores y filtraciones, que él, Reinaldo, era el primer costarricense en ser positivo por esta enfermedad en el país aquel 6 de marzo pasado”, indica la publicación.
El médico es recordado como un profesional muy dedicado, quien siempre estuvo dispuesto a ayudar a los demás, aún cuando esto significara ir más allá de sus obligaciones.
“Su muerte es una noticia desgarradora para quienes con él laboraron a lo largo de sus años como ginecólogo en el hospital San Rafael de Alajuela porque la esperanza de su recuperación latía fuerte en todos los que le conocieron y en muchos que no le conocían, pero como personas de bien, deseaban su recuperación”.
La triste muerte de Albernás fue un golpe muy duro para los funcionarios de la Caja, quienes ven como uno de sus soldados perdió la batalla, pero por ese motivo es que saben que deben luchar para no perder la guerra más importante.
“Hoy nos queda la tristeza por su partida, pero tomaremos su recuerdo como un aliciente que fortalezca este ejército de la salud que hoy, hace frente a una de las batallas más grande que la sociedad moderna ha visto”.
"A sus familiares les enviamos nuestro más sentido pésame, tengan la seguridad que en nosotros vivirá para siempre la memoria de un profesional de la salud abnegado, luchador y solidario, de esos que hacen grande a la Caja, a Costa Rica.