Ahora que el precio de la gasolina está por las nubes, cualquier iniciativa que presente un ahorro al bolsillo es muy bien recibida.
El TEC dio a conocer los resultados de un estudio realizado con un carro de carga liviana eléctrico que fue puesto a prueba en tres distintas empresas entre los meses de enero y febrero de este año.
Se trató de una van eléctrica elegida para evaluar si un carro de este tipo era funcional para una empresa que necesita transportar mercadería a diario y los resultados fueron sorpendentes.
El carro cumplió con su brete puras tejas, pero también derribó muchos mitos sobre este tipo de chuzos, entre ellos que no sirven para hacer viajes largos; que son muy lentos, que con carga no rinden igual y que son pequeños e incómodos.
El proyecto fue financiado por la Cooperación alemana para el desarrollo (GIZ) y pretende dar a los pulseadores números reales sobre las ventajas que tiene adquirir un chuzo eléctrico para transportar sus artículos.
En el plan piloto participaron las empresas: Coope Tarrazú, Multifrío y Fortech. El proyecto consistió en comparar el rendimiento del vehículo eléctrico que el TEC les cedió en condición de préstamo con respecto a sus flotillas de carga ligera.
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Buenos resultados
Entre los resultados más importantes de la investigación están que se identificó que los costos de operación del la nave eléctrica de carga liviana puede ser entre tres y cinco veces menor que los que actualmente operan en las empresas.
Además, durante los recorridos no hubo problemas de disponibilidad de estaciones de recarga a pesar de que hubo rutas de hasta 494 km.
El chuzo logró subir pendientes de hasta 27% (para que usted se haga una idea la cuesta de Ochomogo tiene una pendiente de 12%) con 500 kilos de carga, este caso específico se dio en la ruta que va de El Llano de los Ángeles a San Cristóbal Norte.
Con una la carga máxima del vehículo, que es de 750 kilos, el carro alcanzó una autonomía de 240 km, terminando el recorrido con un 20% de batería restante. Para ejemplificar mejor este dato le contamos que para ir de San José a Guanacaste hay que recorrer aproximadamente 210 km, por lo que este vehículo llegaría a esa provincia sin necesidad de recargar.
Otro de los aspectos a favor es para los choferes, ya que estos carros no tienen vibraciones, son silenciosos y mucho más frescos que uno de gasolina o diésel, lo cual es una salvada para las que pasan tantas horas al volante.
En cuanto a precios, este carro cuesta $39 mil (unos ¢25 millones) y según el mercado vehículos similares se consiguen entre los $20.500 (unos ¢13 millones) o más de $40 mil (unos ¢26 millones).
Quienes hicieron el estudio aseguran que aunque los empresario inviertan más dinero a la hora de comprar un chuzo eléctrico, en pocos años recuperarán esa inversión por las ventajas, ya que no usar gasolina es un enorme ahorro.
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Sorprendidos y satisfechos
Representantes de las tres empresas que participaron confesaron que ellos tenían cierto recelo sobre si la nave daría a talla y quedaron sorprendidos.
Mauricio Cordero, gerente de Soporte Técnico de Mulifrío, asegura que el proyecto les pareció una oportunidad interesante desde el principio y que comprobaron que el país tiene las estaciones de carga necesarias para hacer viajes por todo Costa Rica.
Anthony Mora, administrador de Planta de Producto Terminado de Coope Tarrazú, comentó que aunque tenía sus reservas decidieron confiar en el proyecto y al final quedaron muy satisfechos.
“Nosotros teníamos la duda de si la batería del carro iba a aguantar un viaje largo, de qué iba a pasar cuando el vehículo llevara carga, pero quedo demostrado que es un carro funcional que permite ahorrar.
Randolph Chinchilla, gerente comercial de Fortech, dijo que ellos quedaron muy satisfechos con el plan piloto y hasta invitó a otros empresarios a que se atrevan al cambio.
“Motivamos a otras empresas para que puedan implementar dentro de su flotilla de transporte vehículos eléctricos que les permita bajar su huella de emisiones para hacer sus operaciones más sostenibles y de esta manera contribuir todos con el planeta”.
De acuerdo con el anuario de Riteve 2020, el país cuenta con una flotilla de carga liviana (diésel-gasolina) que llega a los 171.064 vehículos, de los cuáles solo cinco son eléctricos.