El sonado caso de los abusos sexuales del sacerdote Mauricio Víquez Lizano llegará al cine en dos tandas, que se presentarán el miércoles 25 y el jueves 26 de junio de este año.
“El monaguillo, el cura y el jardinero” es el nombre de la película, la cual tiene también una frase pegada al título: “Cuando se rompe el silencio”.
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Es una película hecha por el cineasta y productor audivisual costarricense Juan Manuel Fernández Escoto, de 50 años, quien nació y se crio en El Alto de Guadalupe.
El miércoles 25 de junio, el día del estreno, la proyección arrancará a las 6 p. m. en el cine Magaly, ubicado en barrio La California.
Un día después, en el mismo cine, la tanda será a las 5:30 p. m.
Nosotros conversamos con el director de la cinta, quien asegura que la idea de la película nació desde el 2018, cuando inició la gran batalla judicial que dieron las víctimas de abuso sexual del padre Víquez, quien en el 2022 fue contado a 20 años de cárcel.
“En el 2018 veía el periódico y me informé de las primeras denuncias contra el padre Víquez, entonces decidí contactar a Anthony (Venegas) y Josué (Alvarado) para proponerles filmar todo lo que se pudiera sobre el caso y lo que ellos estaban viviendo.
“No tenía claro qué se podía lograr. Como cineasta sabía que era importantísimo recoger en video todo lo que estaba sucediendo, porque era algo histórico. Entendí que a futuro se podía hacer un trabajo significativo”, reconoce el director.
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No solo se filmó en Costa Rica, Juan Manuel confirma que se realizaron grabaciones de lo que vivió Anthony en el 2019, cuando viajó a México (junto a otro denunciante, Michael Rodríguez) para ayudar en la búsqueda del padre Víquez.
Más de 2 mil horas
El sacerdote había salido del país el 7 de enero de aquel 2019 y se le rastreó en Panamá y tierras mexicanas, de hecho, en México fue donde se le ubicó, ya que era buscado por la Interpol.
“Logré filmar todo el recorrido desde las primeras denuncias, también lo de la fuga del padre a México y cómo Anthony lo anduvo buscando allá. Todo debía filmarlo para poder después armar la historia.
“Logré más de 2 mil horas de grabación, por lo cual el proceso de edición fue muy duro. La película al final quedó con una duración de 1 hora y 25 minutos. La edición arrancó hace dos años. Como el tema es tan complicado y duro, la edición duró tanto tiempo”, recuerda el guadalupano.
Si bien se dice que los directores de cine ven sus películas como parte del trabajo, en el caso de Juan Manuel y esta película, no fue así.
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“El proceso completo de esta película me marcó. Las historias de Anthony y Josúe me afectaron bastante. Cada lucha que dieron, como se enfrentaron a todo por tantos años, cómo ellos no se detuvieron a pesar del silencio de varias instituciones y de la Iglesia católica, tanto de los que los afectaron directa como indirectamente.
“Cinematográficamente hablando es la película más dura y que más me marcó que he hecho. Hice una película de jóvenes pandilleros de La Carpio, pero esta me marcó más profundamente”, reconoce Juan Manuel.
Tanto Anthony como Josué ya vieron la película y la aprobaron totalmente.
“Es importante que ellos estuvieran tranquilos porque el tema es muy fuerte”, aclara el director.
Juan Manuel explica que estamos ante una película documental 100% costarricense.
“El 100% de las tomas son reales, todo es real, no hay actores, los que salen son las personas reales que vivieron los abusos del padre Víquez”.
¿Qué veremos?
“La esencia pura de la dura historia que vivieron dos jóvenes en su búsqueda de justicia. Todo lo que vivieron ante gigantes que trataron de silenciarlos y cómo lograron encontrar esa justicia buscada. Armamos el relato de tal forma que quien la vea se va a meter fuerte dentro de una historia que avanza por caminos, en ocasiones, inexplicables”, responde el cineasta.
El director contó que ya mandó la cinta a varios festivales internacionales de cine. No nos dijo cuáles, por agüizote, ya que todavía está a la espera de una respuesta a ver si la aceptan o no.
Condena
En el 2022, el Tribunal Penal de Desamparados condenó al padre Víquez Lizano a 20 años de cárcel por los delitos de violación agravada y abuso sexual contra Josué Alvarado, cuando tenía 11 de edad y era monaguillo en la iglesia de Patarrá.
Esta condena fue apelada por la defensa del sacerdote, pero en abril del 2023 la Sala de Casación Penal la confirmó y fue informado por la Fiscalía Adjunta de Género.
“La Fiscalía demostró que Víquez se aprovechó de su posición de poder, autoridad, relación de confianza con la víctima y de su condición de sacerdote para cometer las agresiones sexuales, en perjuicio de la persona ofendida”, dijo la Fiscalía en el 2023.
Las denuncias por abusos sexuales a Anthony Venegas, Maikol Rodríguez y Carlos Muñoz, fueron consideradas prescritas, sin embargo, el día de la condena por el caso de Josué, los cuatro celebraron la condena al sacerdote.