Es muy probable que los oreros ilegales que están haciendo fiesta en Crucitas de Cutris, en la zona norte, estén utilizando cianuro en lugar de mercurio para extraer el metal precioso, algo mucho más peligroso para la salud y el ambiente.
Así lo considera el geólogo de la UCR y ambientalista Allan Astorga, quien ha visitado varias veces el sitio como parte de una investigación propia que realiza desde agosto del año pasado en colaboración con la Fundación Neotrópica.
La sospecha surgió porque el 13 de febrero anterior la Policía de Fronteras capturó un camión que llevaba más de una tonelada de este químico.
“Viendo la tecnología de los coligalleros, es de sospechar que están usando cianuro en algunos sectores, ya que se han estado tecnificando. La Policía de Fronteras en el último operativo llamado Lapa 1, encontró plantas auxiliares de energía y equipo más avanzado de minería, ya no trabajan con baldes plásticos y palas, sino con linternas, cascos y otra maquinaria”, comentó Astorga.
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Diferencia mortal
El geólogo detalló las diferencias entre mercurio y cianuro y los daños que producen.
Los oreros están cambiando de material porque el cianuro es más eficiente para extraer el oro, en cambio con el mercurio muchos de los desechos llevan parte de metal precioso.
No obstante, ni uno ni otro es recomendable para el medioambiente y dañan la salud.
Los vapores del mercurio dañan los ojos, el sistema respiratorio y el hígado, la gente se enferma gradualmente.
Si sus desechos caen al agua se convierten en moléculas que se pegan a las células de plantas y peces. El cianuro por su parte mata, detalló Astorga.
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Según la investigación de Astorga, no es negocio para el país extraer oro en esa zona, ni siquiera de manera legal, ya que según sus estimaciones el costo ambiental sería de $3 mil millones, mientras que con el oro se ganarían $1.500 millones.
“Habría que destruir todo el bosque y al usar cianuro y mercurio se contaminan suelos y agua. El mayor riesgo es que se contaminen los cruces de agua que van al río San Juan. A la altura de Delta, en el norte de Costa Rica, el San Juan se bifurca y el noventa por ciento del agua se va por el río Colorado, el cual drena tres mil hectáreas de humedales del Caribe norte de nuestros país. Lo peor que nos puede pasar es que toda esa zona se contamine”, advirtió Asrtorga.
A la fecha se estima que los extractores ilegales han utilizado 31 toneladas de mercurio en una actividad que no lleva ni el 10% de la extracción total de la zona, la cual puede durar unos 10 años más.
Según el Ministerio de Ambiente, el área de impacto de la extracción de oro a la fecha abarca 40 hectáreas.
El geólogo aseguró que durante sus visitas observó botes del tamaño de autobuses repletos de coligalleros, distribuidos en el margen del río San Juan y de ahí se internan en los bosques.
Ellos llevan mochilas donde portan el mercurio (líquido) y el cianuro (polvo).
Agregó que se necesita de la colaboración del Gobierno de Nicaragua para detener el paso de los oreros.
Un estudio de la Organización de Naciones Unidas detalló que quien facilita el mercurio y cianuro a los coligalleros son las mismas empresas mineras. En este caso Astorga sospecha que son empresas nicaragüenses.