El Colegio de Enfermeras de Costa Rica está como un miura con los cuidadores que hacen de enfermeros, sin serlo.
La queja va dirigida a los institutos que imparten cursos de asistente de pacientes, cuidadores, gerocultores, asistentes geriátricos y asistentes quirúrgicos, entre otros, porque incluyen entre sus materias unas clases que son meramente de las enfermeras, indicó la doctora Olga Castro, fiscal del colegio profesional.
“Hemos detectado, principalmente en los hogares de ancianos, que las personas que están a cargo de atender a los adultos mayores son quienes sacaron alguno de estos cursos y están ejerciendo labores que pueden ser realizadas solamente por enfermeras, como darles medicamentos y ya se han dado casos en los que se les suministró más del indicado, han tenido que ser llevarlos de emergencia al hospital.
"Están haciendo curaciones, inyectando, poniendo y quitando sondas drenarias que si lo hace una persona sin el adecuado conocimiento, puede dañar al paciente, por eso estamos muy preocupados y hacemos la advertencia”, explicó Castro.
Según Castro, ellos pueden hacer asistencia básica como llevar los bidés, llevarlos al médico y acomodar la ropa o al paciente.
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“No hay ningún control para este personal y nosotros nos reunimos con el Ministerio de Salud y ellos nos manifestaron que están preocupados también por este tema”, agregó.
Al respecto, el doctor Allan Varela, jefe de la Unidad de Servicios de Salud del Ministerio de Salud indicó que si bien no deben satanizarse los cuidadores, porque son necesarios, estos deben limitarse al acompañamiento y baño de las personas y no deben ejercer funciones para las que no están capacitados.
“Los cuidadores que van más allá para lo que están capacitados son los que han generado las denuncias del Colegio de Enfermeras, que son quienes controlan la práctica. El Ministerio lo que recomienda a la población es que cuando vayan a contratar un cuidador verifiquen que tenga un título de una institución acreditada y si necesita que haga curaciones, contrate un profesional en enfermería”, agregó Varela.
Institutos advertidos
Como parte de las labores para impedir que se sigan dando estos cursos en los institutos detectados, el Colegio habló con las autoridades de algunos de estos y en algunos ya cerraron los cursos, pero en otros ni siquiera dieron los planes de estudio.
Por el momento, los que están impartiendo los cursos de enfermería a otros profesionales son la academia San Marcos, Strachan, Apam, Cec, Cenet, Cen-Tech, Corpesa, Cosvic, Enfermería en alerta, INA, Incisa, Instituto San Francisco de Paula, Instituto Santa Fe, Ipea, Itec, Propma, Sae, Uned, Instituto Super Arte, Inepos, Instituto Capacitación Actual, Instituto Educativo San José, IPAC, CIDEP, Centro Formación Superior, IPA, Colegio Universitario Iparamedica, CENAES, Sigma, Casa Hogar San Antonio, Smart Learning, Corpap, Instituto Medical Clinixx y Tecno Salud (UNIBE).
Las personas que salieron de alguno de estos programas y realicen los conocimientos aprendidos del ámbito de enfermería, se exponen a sanciones penales por ejercicio ilegal de la profesión (de seis meses a tres años de cárcel).
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Según Castro, estos programas insertan al mercado a personas no profesionales en enfermería, poniendo en riesgo la salud y la vida de cientos de personas que confían, por ignorancia, en este tipo de personal. Por eso recomiendan a la población pedir la licencia profesional a quien le ofrezca dichos servicios, como medida de protección.