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Atún, cereal o helados... Lujos que las familias ticas ya no se dan por culpa de la pandemia

Salir a flote con el pago de recibos es lo segundo más difícil que enfrenta en cada casa por culpa del covid-19, según el INEC

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“Nos tocó hacer magia desde marzo del 2020 porque mi esposo se quedó sin trabajo desde finales de marzo, no ve que él es del sector de bares y restaurantes y fue lo primero que se cerró; entonces en casa solo entraba un salario al mes.

“La pandemia nos provocó un cambio total en la alimentación e incluso en la forma en que compramos la comida, ya no vamos al súper porque hay que pagar taxi y no podemos, ahora compramos diario y donde el chino… no queda de otra”.

Esa ruda situación la está viviendo la familia de doña Johanna Gómez Ulloa, vecina de Belén de Heredia. Es una familia de cuatro integrantes: mamá, papá y dos hijos, uno de 15 y una muchacha de 13 años. Bueno, en media pandemia, a finales del año pasado, aumentó la familia porque una hermana de doña Johanna no pudo pagar más el alquiler y está viviendo con ellos.

“¿Un atún? ¿cereal? ¿Galletas? ¿Gaseosas o helados? Eso no se volvió a ver en mi casa comprado por nosotros, no se puede. Gracias a los paquetes de alimentos del Ministerio de Educación (MEP) comíamos atunes, pero ya los quitaron.

Doña Johanna junto a su familia, son vecinos de Belén de Heredia.
La familia de doña Johanna ha salido adelante con amor y haciendo magia con las compras. (Cortesía)

“El asunto fue muy sencillo con la magia que hicimos: solo granos básicos, nada de carnes rojas porque no alcanza, huevos que resuelven mucho y de carne, pollo. Nada más.

“Aquello de pensar en la fiesta de cumpleaños de un hijo se suspendió. Nada de gustos o lujos en las compras. Eso sí, aumentamos la compra de verduras por más económicas y ahora hacemos más picadillos. La pandemia nos cambió todo y nos retó al máximo. Ahí vamos saliendo, poco a poco, día a día, sin lujos, apenas con lo básico, pero no nos quejamos”, reconoce doña Johanna.

Dura realidad

Lo que vive esta familia herediana también lo están sufriendo en miles de hogares costarricenses.

Esta cruda realidad la confirmó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) luego de hacer la Encuesta Nacional de Hogares de este 2021.

De acuerdo con el INEC, el país tiene 1.666.276 hogares, de los cuales 1.211.879 están en zona urbana y 454.397 en zona rural.

Pues bien, 643.287 casitas de la zona urbana aseguraron que los gastos de alimentación y la compra de productos básicos se les puso cuesta arriba con el covid-19.

Ir a comprar lo básico para comer se complicó para cientos de miles de hogares costarricenses. Cortesía (Cortesía )

En la zona rural el asunto es más complicado, porque 201.260 hogares, de los 454.397, la están viendo bien fea para salir adelante con la compra de la comida y los productos básicos.

El segundo mamellazo que nos llevamos los ticos por la pandemia fue enfrentar el pago de los recibos, es decir, de los servicios básicos como agua, luz, teléfono, Internet, entre otros. 624.340 casas en todo el país aceptaron que se les complicaron esos pagos: 431.517 de zona urbana y 192.823 en zona rural.

El tercer escalón de esa cuesta es el alquiler de la casa, 140.812 familias reconocieron que les ha ido fatal a la hora de enfrentar ese pago en tiempos de pandemia: 119.083 en zona urbana y 21.729 en zona rural.

“Cada día hay estrés, cada vez que se va a comprar la comida uno siente una presión enorme y por supuesto que, al no haber el suficiente dinero, el estrés se vuelve como parte del día a día en el hogar… hay que saberlo manejar para no caer”, comenta doña Johanna.

Según la encuesta del INEC, los problemas de estrés en pandemia se dispararon, pero tremendamente. Se registraron 2.200.703 personas mayores de 15 años con problemas de estrés, preocupaciones o ansiedad: 1.628.556 en zona urbana y 572.147 en zona rural.

La pandemia también vino a cambiar la forma en que muchas personas trabajan. Según el INEC en el país hay 2.068.604 personas trabajando, de estas, 296.076 pasaron a teletrabajar (142.951 hombres y 153.128 mujeres). El promedio de días teletrabajados por semana es de cuatro.

Más del 80% de los encuestados dijeron que están teletrabajando debido a la pandemia.

Virtualidad educativa

La educación virtual se convirtió en la principal herramienta para enseñar, de los 1.386.170 estudiantes de primera y secundaria, 870.207 están en clases virtuales, 109.619 no tienen contacto con el profesor, 756 reciben clase por televisión y 428.016 estudian por medio de los materiales de trabajo para el hogar que dan los centros educativos.

175.764 hogares en zona urbana y los 132.677 en zona rural, no tienen conexión a Internet. Archivo.

Con respecto a la conexión de internet que tienen los hogares, en la zona urbana hay 1.023.323 familias con conexión y en la zona rural 318.597. Lo triste son los 175.764 hogares en zona urbana y los 132.677 en zona rural, que no tienen conexión a Internet.

Para estudiar, los niños y jóvenes usan más la compu. De los 870.207 que están en educación virtual, 558.148 lo hacen por computadora, 282.680 por celular y 29.101 por tableta.

De los 1.010.422 estudiantes de primaria y secundaria, 598.732 están acompañados por alguien de la familia mientras reciben clases y 365.300 están sin ningún acompañamiento.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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