Si hay un lugar que sirve como punto de referencia para los brumosos son las ruinas de Santiago Apóstol, ubicadas en el puritico centro de Cartago, pero sobre este icónico sitio recae una tenebrosa leyenda.

Las malas lenguas y algunas buenas también cuentan que la iglesia está maldita y por eso tiraron la toalla en su interés por terminar de construirla, lo que sí es cierto es que este viernes abrieron sus portones y usted puede irse a dar una vuelta para ver si lo que le contamos es cierto o no.

Cuenta la leyenda que dentro de la iglesia, un sacerdote mató a su propio hermano de una puñalada porque este se iba a casar con la su novia, sí leyó bien, el curita tenía novia.

A consecuencia de ese trágico crimen, decapitaron al padre y desde entonces su alma vaga por el interior de la iglesia y se le aparece a la gente en las madrugadas, especialmente a los malportados, por lo que se le conoce como el padre sin cabeza.

Para el historiador brumoso Arnaldo Moya la leyenda le cae muy bien a población porque es folclórica y vistosa, pero no tiene nada que ver con la realidad, empezando porque el supuesto asesinato se dio en el siglo XVII y la costrucción de las ruinas iniciaron en 1860, muchos años después.

“Las leyendas urbanas capturan la atención de la población y es mejor memorizarlas, que aprenderse la historia como realmente fue”, explicó Moya.

“Queda muy bien que en el siglo XVII un sacerdote haya cometido un asesinato en el principal templo de la ciudad capital de la provincia de Costa RIca, pero la versión final de lo que fue la iglesia parroquial de la ciudad brumosa, jamás se estrenó, por lo que no podía llevarse a cabo una boda”, resaltó.

Cartago igualito

La primera iglesia que se construyó ahí fue en 1575, cuando se fundó la ciudad de Cartago, como capital de la provincia de Costa Rica y desde entonces, la Vieja Metrópoli, conserva sus principales edificios cívicos y religiosos en el mismo lugar.

“Debe haber sido algo muy sobrio, de adobe y techo de paja, no debe haber durado mucho. En 1723 hay una reedificación porque con los terremotos de ese año se le cayó la torre sur, después en la década de 1860 se decide construir un nuevo templo parroquial que sería en definitiva lo que hoy conocemos como las ruinas y que para el 4 de mayo de 1910, cuando fue el terremoto, tenía unos 50 años de estarse construyendo”, contó don Arnaldo.

“Se duró tanto porque su construcción dependía de las limosnas de los fieles, y nunca hubo suficientes recursos. Era un templo muy caro, con solo la labor de cantería de piedra que tiene y a como se había pensado diseñar su interior, más los vitrales y el techo que se había contratado en Bélgica, se quedaron sin plata varias veces hasta unos cinco años antes del terremoto que se había reiniciado la construcción”, afirmó Moya.

Después del terremoto, la municipalidad de entonces ordenó su demolición, pero la iglesia Católica se opuso y por ello se mantuvo cómo un templo inconcluso.

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Cementerio

Otro conocedor de la historia brumosa es don Franco Fernández quien recalcó que no debería llamársele ruinas, porque es una construcción inconclusa, nunca fue iglesia.

“Cuando le iban a poner el techo y las columnas fue cuando se vinieron los terremotos del 13 de abril y el 4 de mayo de 1910 y se quedó ahí. No es como alguna vez se ha dicho que la hacían y se caía en repetidas ocasiones”, aclaró Fernández.

Don Franco nos contó que la cuadra estaba dividida en dos partes, la mitad norte es donde estaban las iglesias del apóstol Santiago que fueron muchas desde 1575 hasta la de 1910 y la mitad del sur era el cementerio brumoso, dentro de las iglesias que hubo ahí, también se enterró a muchas personas porque antes el que pagaba podía descansar donde quisiera.

“Debido a la influencia de los italianos que vinieron a construir el ferrocarril, enseñaron a muchos cartagineses a trabajar la piedra y aparecieron muchos picapedreros y un alemán, de apellido Kutze, fue el que hizo el diseño para la que iba a ser la iglesia principal de Cartago”, narró el historiador brumoso.

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Turismo

La idea de reabrir las instalaciones es con la intención de seguir potenciando el turismo y la generación de empleo en la ciudad de las brumas, según explicó el alcalde brumoso Mario Redondo.

Estará abierto de 8 a.m. a 4 p.m. y los oficiales municipales vigilarán que nadie se pase de vivo para que continúen visitándolo tanto nacionales como extranjeros, aprovechando que es gratis.

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*Colaboró Fernando Gutiérrez