“A los niños se les abre, a través de la cuentería, un mundo nuevo porque les permite conocer otros países, mundos y culturas, sin moverse de una silla”, según Andrea Chacón, productora de la Fiesta Internacional de Cuenteros.
“Es parte de la magia que traen las historias e influye en la creatividad e imaginación de los niños. Nosotros en Alajuela Ciudad Palabra trabajamos con un grupo de menores, en la que parte del trabajo y dinámicas que se hacen son para que ellos cuenten sus propias historias. ¿Qué es lo que pasa con los cuentos? Todos los imaginamos de manera diferente”, agregó Chacón.
Para ella es lamentable que en los hogares se haya perdido el hábito de leerle cuentos a los hijos.
“La tecnología si bien es maravillosa porque nos permite comunicarnos de manera más fácil con los que están lejos, ha venido a disminuir la comunicación cara a cara, con el que tenemos al lado. Cada vez es más común que en una familia en vez de salir al patio a contar historias, esté cada uno aparte con su celular”, explicó.
Por eso incentivan a que la gente deje de lado sus celulares y generar espacios de encuentro para que la gente se escuche, se vea a los ojos y rescatar de esta forma esa tradición de cómo se comunicaban nuestros abuelos.
Para motivar a los niños en este arte, ellos les piden que busquen un cuento que les guste, ya sea que alguien se los haya contado o que ellos lo hayan leído. Una vez que encuentran la historia, se les pide que cuenten lo que más les gustó y finalmente se les enseña a trabajar en cómo contar la historia a alguien más desde el escenario.