Si bien la reacción del profesor de Educación Musical, del Colegio Técnico Profesional de Parrita, no fue la adecuada, lo que sucedió deja en evidencia una situación que se vive día con día en los diferentes centros educativos, donde cada vez es más frecuente que se den faltas de respeto y agresiones.
Si usted ya pasa los 40 años, seguramente, recordará sus tiempos en la escuela y el colegio en donde, el respeto por las autoridades como educadores, adultos mayores y la misma policía era innegociable. Incluso, si usted llegaba con quejas de la escuela porque lo habían regañado al haber respondido de mala manera a alguno de ellos, se llevaba otra regañada en la casa por semejante “atrevimiento”.
Hoy en día, las tendencias han cambiado y los educadores se quejan de que están atados de manos y no pueden actuar contra los actos de indisciplina de sus estudiantes, porque son increpados por los mismos padres o hasta denunciados por llamarle la atención a los niños.
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“La educación y los buenos modales se inician en el hogar. El ejemplo que usted le de a sus hijos y la forma en que usted trate a las demás personas, va a ser un modelo para que ellos actúen de una forma u otra. Así como el respeto, lo que se hable de los profesores dentro del hogar es importantísimo, porque hoy tenemos una gran desvalorización de los padres de familia a los educadores y se refieren mal de ellos y los niños lo repiten”, explicó Rocío Solís, especialista en psicología educativa.
Poner límites
Agregó que las familias deben poner límites y darles educación a sus hijos y no esperar que se la den en las aulas, porque ahí los maestros están limitados a muchas cosas y no es el lugar para educar en modales, eso es responsabilidad del hogar.
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“De unos años para acá se requiere más fuerza por parte de los profesores para manejar a los estudiantes, pero cuando hablo con los educadores me dicen que cuando ellos quieren corregirlos, les ponen un salacuartazo por que les hizo mala cara. Estoy de acuerdo con que los padres apoyen la fuerza y la autoridad, pero no la forma (que tuvo este profesor de música)”, dijo la psicóloga María Ester Flores.
La psicóloga de familia y educativa añadió que si los padres respaldan al profesor en el aula para que los sancione, le pongan doble trabajo, pero no castigo, esto servirá para que los estudiantes valoren más. Las expulsiones y rebajo de puntos, se valen si los padres apoyan, porque la misma familia es la que ha llevado a esta situación a los profesores, al quitarles autoridad.
“Deberíamos volver a ese tiempo de antaño, pero las familias son muy delicadas y reclaman que se le bajen puntos al estudiante porque le hizo mal modo al profesor, eso es lo correcto. Con el afán de que no pierdan el curso los sobreprotegen y los alcahuetean y es una gran mayoría. Yo le echo la culpa a la familia que no apoya a los educadores”, sentenció María Ester.
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¿Ustedes están de acuerdo en las llamadas de atención sin agresión o prefieren que, prácticamente, ya los educadores no puedan corregir a los estudiantes?