Desamparados tiene bien guardado un gran tesoro: la casa en la que vivieron el último jefe de Estado y primer presidente de la República, José María Castro Madriz y su esposa, Pacífica Fernández.
Los dos son grandes figuras en la celebración del Bicentenario de la Independencia.
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Rafael Flores, coordinador de Gestión Cultural de la municipalidad, contó que la vivienda forma parte de la hacienda Salitral que ahora es el museo de la Carreta y el Campesino Costarricense, y se localiza en Gravilias.
La propiedad perteneció en un principio a Manuel Fernández Chacón, papá de Pacífica, quien fue jefe de Estado en 1835; él falleció en un accidente en 1841, por lo que su esposa, Dolores Oreamuno, quedó sola a cargo de sus ocho hijos, tiempo después Castro le compró la hacienda.
José María fue electo jefe de Estado en 1847, estuvo en ese cargo un año. Luego fue el primer presidente de la República de 1848 a 1849.
El 31 de agosto de 1848 declaró a Costa Rica nación soberana e independiente de cualquier otro estado y la nombró República de Costa Rica.
El 28 de setiembre de 1848 decretó a la bandera y el escudo de armas de la República.
La hermosa bandera de colores azul, blanco y rojo fue diseñada por Pacífica Fernández, ella se inspiró en la bandera de Francia, por eso le puso los mismos colores.
La talentosa mujer fue quien confeccionó la primera bandera que se izó en San José el 12 de noviembre de ese mismo año.
Fue la primera dama más joven de la historia de Costa Rica, ya que cuando su esposo llegó al poder ella tenía solo 18 años. Sin embargo, durante su vida demostró una gran valentía e inteligencia para las finanzas, eso le permitió sacar adelante la hacienda de su familia luego de que su papá muriera y su esposo fuera desterrado en varias ocasiones.
En 1849 el Congreso le dio a Castro el título de “Fundador de la República”.
José María se vio obligado a renunciar a su cargo en 1849, pero en 1866, fue elegido presidente por segunda vez.
Entre sus principales logros están la creación del Liceo de Niñas el 19 de mayo de 1847, declaró la apertura de Limón al comercio exterior en 1867, estableció la primera línea telegráfica entre San José y Cartago en 1868, instaló la cañería de San José en 1868, además, fue quien declaró el 15 de setiembre como fiesta nacional.
Gran lucha
Tiempo después la hacienda Salitral pasó a manos de unos holandeses y luego fue comprada por el costarricense Teodoro Castro.
Rafael Flores contó que ya cerca de 1985 el dueño de esas tierras empezó a construir una urbanización y el periodista y escritor Miguel Salguero se propuso luchar para que no botaran las casas de la hacienda.
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Gracias a sus peticiones el dueño donó tres mil metros de tierra a la municipalidad de Desamparados para que se hiciera un museo.
“En 1989 se abrió el museo al público, pero en 1991 se tuvo que cerrar porque el terremoto de Limón lo dejó muy dañado, el Ministerio de Salud lo declaró inhabitable. En aquel momento las municipalidades no tenían aún una oficina que velara por el aspecto cultural, así que el museo estuvo prácticamente abandonado mucho años.
Fue hasta el 2004 que pusieron una oficina que se encargara de los temas culturales del cantón que retomaron el proyecto del museo y a pasito lento, pero seguro iniciaron la remodelación.
“Ya estaba listo, incluso el año pasado ya estuvimos haciendo unas visitas guiadas que fueron dirigidas por el propio José María Castro Madriz y doña Pacífica Fernández. Eran dos actores que personalizaron a esas importantes figuras de la historia para hacer el recorrido más ameno, pero luego se vino la pandemia y tuvimos que suspender las visitas.
“Este año la municipalidad pudo contratar a una persona que se encargue de las labores administrativas del lugar y otra del mantenimiento y la idea es reabrir el museo al público el próximo año”, contó Rafael.
Mucha riqueza
Entre los tesoros del museo está la riqueza arquitectónica ya que se puede ver una casa construida en adobe, otra en bahareque y ya otra mixta un poco más moderna.
Las casas tienen algunos muebles antiguos, baúles, ollas, alforjas, escudos de armas y por supuesto carretas y piezas como yugos, ruedas muy antiguas.
“La idea es que cuando se reabra el museo los recorridos sean guiados nuevamente por don José María Castro Madriz y doña Pacífica Fernández y que hayan elementos interactivos como, por ejemplo, que una pantalla explique lo que hay en cada aposento y dé información valiosa a los visitantes, estamos trabajando en todo eso”, aseguró don Rafael.