En la Península de Osa se encuentra el 2,5% de la biodiversidad de todo el planeta, es justo ahí donde se puede encontrar la hierba de ajo, muy desconocida en el país pero que a la comida le da un sabor especial y delicioso.
Doña Eida Fletes Almengor conoce la hierba desde siempre y la usa para cocinar. Ella nació en la península, el padre llegó del norte y la madre del sur para ser parte del cantón de Osa, hoy una comunidad de cerca de 30.000 habitantes.
“Yo soy campesina y no es vergüenza contar el conocimiento tradicional, por el contrario ¡hay que enseñarlo!. Ustedes no conocían la hierba de ajo y ahora la están probando”, dijo doña Eida en tono triunfal, antes de que ella y una decena más de pulseadores locales recibieran, de manos de la Universidad de Costa Rica y de vuelta, la hierba de ajo.
Mezclada entre orégano, culantro coyote, albahaca y cúrcuma, este bejuco leñoso –que tiene un fuerte sabor y olor a ajo, aunque no tenga nada que ver con él, quedó convertido en “curry de Osa”, un producto nuevo de gran calidad que la gente de la zona comenzará a producir para poderse ayudar con la economía porque por la península no hay mucho brete.
Esta vecina de Osa, junto a otras pulseadoras, trabajan fuerte para consolidar la marca Sabores de Osa, la cual se está encargado de hacer sabrosuras para que le ayuden a los ticos en el condimento de su comida, como por ejemplo, la jalea de rambután con zacate limón.
Innovar con sabores y marcas es parte de un taller de la Universidad de Costa Rica llamado Estrategias de comercialización y comunicación para productos innovadores de la Península de Osa, el cual va dejando claro que el reto no es pequeño. Proinnova-UCR presenta a la comunidad el diseño de la marca, es de lujo, representa tanto a la zona que hasta parece que si se le pudiera subir el volumen a la etiqueta se escucharían las chicharras.
Los productos fueron desarrollados en el Centro de Investigación en Tecnología de Alimentos (CITA) de la UCR, ahora el dulce podrá almacenarse hasta por seis meses, el condimento con hierba de ajo hasta por dos años y unos chips con curry, por tres meses. Lo que ayudará a tener más tiempito para poderlos vender.
Meses antes la hierba llegó a los laboratorios del botánico Carlos Morales Sánchez, de la escuela de Biología de la UCR con el fin de evaluarla. El resultado del análisis comprueba que se trata de un bejuco leñoso trepador, que se identifica como nativo de la zona, su nombre científico es Mansoa Hymenaea.
Cuando se tenga lista la planta de producción, la hierba de ajo y otros productos de Osa llegarán a los supermercados del país. Para eso falta muy poco.