Este viernes 29 de setiembre, en el cementerio General de San José, se recordaron los 157 años del fusilamiento de Juan Rafael Mora Porras y también se recordó a otro benemérito de la patria, el general José María Cañas, fusilado dos días después de Mora, en 1860, también en Puntarenas.
“Don Juanito jamás será olvidado. Fue un hombre fundamental para la Costa Rica que hoy disfrutamos. Fue un verdadero héroe de la patria, se entregó en cuerpo, alma y sangre al país que amó con todo su corazón”, afirmó Yanina Soto, presidenta del grupo cívico Tertulia del 56, el cual se encarga de mantener viva la memoria de Mora.
Al cementerio General asistió el embajador de El Salvador en Costa Rica, Sebastián Vaquerano (Mora fue derrocado en 1859 y se exilió junto con Cañas en tierras cuscatlecas). Al embajador le parece muy curioso que a Cañas, nacido en Suchitoto (municipio del departamento de Cuscatlán) sea más y mejor conmemorado en Tiquicia que en suelo salvadoreño.
“Se recuerda muy bien en El Salvador que el presidente Barrios (Gerardo, quien gobernó entre 1859 y 1863) le advirtió a Cañas que no se viniera para Costa Rica porque le podía pasar algo, pero Cañas no le hizo caso porque le debía lealtad a Mora y por nada del mundo lo iba a dejar solo en su lucha", dijo el embajador.
“La muerte de Cañas fue un claro ejemplo de la hermandad entre ticos y salvadoreños, también un ejemplo del tipo de caballeros de aquella época que jamás se permitían romper una promesa o abandonar a un amigo”, afirmó Vaquerano.
Wilfrido Blanco Mora, miembro de la directiva de la JPS, reiteró el compromiso de la institución de velar por el mausoleo donde descansan los restos de Don Juanito y en el que están los del general Cañas, donde este viernes dejaron coronas de flores.