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Doña Victoria se viste de blanco en Semana Santa porque asegura que Dios se lo pidió

Doña Victoria es una sancarleña de la pura cepa, que viste de blanco gracias a una señal divina

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Doña Victoria Rocha, una vecina de más de 90 años de Ciudad Quesada, asegura que el cielo mismo le dio un mensaje que marcó su vida.

Entre las bancas de la catedral de esa comunidad sancarleña, una figura vestida, completamente, de blanco llama la atención de muchos fieles.

No es una monjita ni alguien que va a participar en una procesión, sino doña Victoria Rocha Mejías, una señora que lleva su fe por dentro y por fuera.

Doña Victoria Rocha, una vecina de más de 90 años de Ciudad Quesada, asegura que el cielo mismo le dio un mensaje que marcó su vida y por eso viste de  Blanco en Semana Santa.
Doña Victoria, la señora que viste de blanco en Semana Santa porque Dios se lo pidió. (Cortesía Radio Santa Clara/Cortesía Radio Santa Clara)

Gracias a la familia amiga de Radio Santa Clara, nos enteramos de esta linda historia y pudimos contactar a doña Victoria.

Con su vestido blanco hasta los pies, un rosario en las manos y un cordón que representa pureza (llamado cíngulo), doña Victoria no pasa desapercibida, pero no lo hace para llamar la atención, sino porque, según dice, así se lo pidió el Señor. “Fue un mensaje que me mandó Dios”, cuenta esta vecina de Barrio El Campo, en Ciudad Quesada.

La historia se remonta al 2016, cuando un rayo cayó en su casa durante un fuerte aguacero. Ese mismo día tuvo una visión que le cambió la vida: se vio a sí misma, vestida de blanco, en un ambiente de paz y luz. Desde entonces, decidió hacerle caso, a lo que sintió como una señal divina.

“Eran como las 4:30 de la tarde, me envolví en un paño porque llovía mucho, agarré una de mis gallinas y la llevaba para el gallinero. Era una rayería la que caía como nunca he vuelto a ver. Me devolví a la casa y me metí al baño.

“Estando allí, con la cara tapada porque no sabía qué hacer, escuché un tremendo ruido en la cocina, pensé que se me había quemado la refrigeradora y volví a ver, pero me tapé la cara otra vez, cuando me destapé la cara otra vez vi una nube blanca y en medio de ella yo estaba vestida de blanco”, recordó.

Antes de eso, como buena devota, acostumbraba a vestirse de morado en Semana Santa y a adornar su casa con cruces y cintas del mismo color.

Solo el Sábado Santo se ponía blanco, como símbolo de la Resurrección de Cristo. Pero desde esa visión, decidió que el blanco sería su nuevo uniforme de fe para Semana Santa.

La rutina diaria de doña Victoria refleja la profundidad de su espiritualidad: se levanta a las 5 de la mañana, reza el rosario, toma su cafecito y escucha la misa.

Aunque ha perdido la vista del ojo derecho y tiene problemas con el izquierdo, eso no le impide mantenerse firme en su devoción. Su familia la ayuda con mucho cariño y ella, a cambio, los bendice cada día con sus oraciones.

Rayería
Un rayo cayó en la casa de doña Victoria y ahí fue donde ella asegura vio la señal divina. (Shutterstock/Shutterstock)

“Uno tiene que tener fe en todo momento, no solo en Semana Santa. La fe es de todos los días”, dice con una sonrisa suave y voz pausada.

Doña Victoria siente un amor especial por la Catedral de San Carlos Borromeo, a la que asiste con frecuencia. También, de vez en cuando, va a la parroquia San Roque, que le queda cerca.

Aunque la pandemia del covid-19 le pasó factura y le hizo perder más vista por la tristeza y el encierro, nunca perdió la esperanza.

“Lo que me sostuvo fue la oración. Yo le hablo al Señor todo el día. Él sabe lo que uno necesita”, cuenta con ternura.

El pasado 6 de marzo, doña Victoria celebró un año más de vida, rodeada del cariño de su familia y con la misma promesa firme: seguir vestida de blanco, porque su alma también lo está. Para ella, su ropa es solo un reflejo de lo que siente por dentro: una fe que brilla con luz propia.

“La Semana Santa es una época que disfruto demasiado. Si por mí fuera iría todos los días a misa, me encanta estar con el Señor. Antes iba todos los días, pero ahora no puedo ir tanto por mi condición.

Doña Victoria Rocha, una vecina de más de 90 años de Ciudad Quesada, asegura que el cielo mismo le dio un mensaje que marcó su vida y por eso viste de  Blanco en Semana Santa.
Doña Victoria antes iba todos los días a misa, ahora, a sus 90 años, dice que va solo fines de semana. (Cortesía Radio Santa Clara/Cortesía Radio Santa Clara)

“Soy muy feliz vistiendo de blanco, sobre todo, sabiendo que fue por medio de un mensaje muy especial. Antes de vestir de blanco andaba el color café, pero ya no más. Seguiré vistiendo de blanco en Semana Santa hasta mi último día de vida”, explica doña Victoria, quien es viuda, tiene 10 hijos, 35 nietos y 10 bisnietos.

Y mientras camina lentamente hacia el altar, con su vestido ondeando y el rosario en la mano, es fácil entender por qué todos en la catedral sancarleña la miran con respeto. No es solo una señora mayor con un atuendo llamativo. Es una mujer que camina con Dios.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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