El Laboratorio Nacional de Medidas y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica (Lanamme-UCR), asegura que el hundimiento del kilómetro 44 en la Ruta 27 tiene 12 años de existir.
El ingeniero Ronald Naranjo, de la Unidad de Evaluación de la Red Vial del Programa de Infraestructura del Transporte de Lanamme-UCR, confirma que desde el 2010 cuando se inauguró la Ruta 27, ya el problema apareció, o sea, el hundimiento tiene la misma edad de los chiquillos que este 2022 -con 12 años- se gradúan de sexto de la escuela.
“Desde que se inauguró la Ruta 27 se identificó que algo estaba sucediendo en el kilómetro 44. De inmediato surgió la necesidad de analizar y entender qué estaba pasando, qué provocaba grietas en el pavimento”, reconoció el ingeniero.
Justo como si fuese un chiquito que va a la escuela, Lanamme-UCR le tiene las notas de todos los años al hundimiento porque desde el 2010 le ha hecho estudios y desde hace 12 años se registran daños en el pavimento, alertas en la seguridad vial de la zona e inestabilidad en el terreno.
Por eso, el laboratorio de la UCR logró identificar desde el inicio que este estudiante (el hundimiento) urgía de adecuación curricular porque desde que el 2010 hay caída de materiales y los problemas del suelo, de la falla, están a solo 19 metros de profundidad.
Se mueve todo el año
Como buenos “profes”, el Lanamme-UCR siempre ha mantenido a los “papás” del hundimiento del kilómetro 44 bien informados, es por eso que todos los reportes los tiene el Consejo Nacional de Concesiones.
Y los reportes son bien claros, por ejemplo, el hundimiento no es un asunto solo de las lluvias. Puede haber quienes crean que por tanta agua caída se dan los deslizamientos. Claro, los aguaceros golpean duro, pero el ingeniero confirma que en el kilómetro 44 hay deslizamientos todo el año. “En verano se mueve”, confirma don Ronald.
El ingeniero nos recuerda que justo esa zona donde está el hundimiento era antes una depresión, un valle, el cual tuvieron que rellenar para darle el nivel que se ocupaba a la hora de que pasara la carretera.
Con el paso del tiempo, los aguaceros, los vehículos pasando las 24 horas, entre otros factores, han reducido el volumen de ese relleno y eso provoca que día con día aumente la inestabilidad en el hundimiento.
La gente de Globalvía, administradora de la ruta 27, ya le metió mano en el pasado al asunto para eliminar el hundimiento y evitar que durante los 365 días se siga moviendo el terreno, pero las obras no salieron como se esperaba.
Sin efecto
“Las intervenciones no lograron el objetivo y eso lo hemos comprobado con los análisis que realizamos, los cuales tienen sus respectivos informes. Año con año entendemos que lo hecho no fue exitoso y que el hundimiento del kilómetro 44 urge de una intervención inmediata, nos preocupa ya.
“Cuando se da un proyecto en concesión, la empresa que lo tiene debe dar un buen servicio y eso no está sucediendo en la ruta 27 porque hasta el momento en esa zona hay deslizamientos activos y lo más preocupante es que faltan los meses de más lluvia del año (octubre y noviembre)”, afirma.
“Durante este año de evaluación (2020-2021) se ha intensificado el seguimiento geotécnico de la condición del deslizamiento que tiene lugar en el km 44+500 de la ruta en concesión. Esto obedece principalmente al comportamiento que ha presentado el deslizamiento durante las estaciones lluviosas de los años 2019 y 2020, en los que se han observado movimientos significativos en el terreno y deterioros en las obras recientemente construidas por el concesionario.
“En este sitio tiene lugar un deslizamiento que ha afectado durante años al terraplén de la carretera y las laderas aledañas a la misma. Se trata de un deslizamiento cuyos efectos en la carretera han sido constantes y han sido registrados e informados por el Lanamme-UCR desde el año 2011 en los informes anuales de evaluación”, explica el laboratorio de la UCR.
Falta información
Preocupa también, según el “Informe de Evaluación del Proyecto San José–Caldera Ruta Nacional 27. Años 2020 – 2021″, que por más que piden información específica y fundamental, ni siquiera a ellos les responden.
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“La falta de acceso a la información solicitada limita la capacidad de dar seguimiento a las labores de intervención del hundimiento en el kilómetro 44+500. Esta situación dificulta desarrollar una adecuada labor de evaluación por parte del Lanamme-UCR, evaluación que es fundamental para velar por la eficiencia de la inversión pública y la calidad de este corredor vial, administrado bajo la modalidad de concesión de obra pública.
“La falta de respuesta a las reiteradas solicitudes impide realizar una adecuada evaluación con base en fundamentos técnicos y objetivos, que le permita velar tanto por el cumplimiento de las obligaciones contractuales de la Sociedad Concesionaria, como de su responsabilidad como representante del Estado para el adecuado uso del recurso público”.
“Durante las estaciones lluviosas de años anteriores los desplazamientos y hundimientos en la carretera se han incrementado, por lo que un nuevo movimiento se podría presentar ante condiciones de saturación del terreno o como consecuencia de movimientos sísmicos”, advierte Lanamme-UCR.