Don Jorge Chaves Lobo, un farolero de 78 años y vecino de La Esperanza de Heredia, nos contó que los 600 faroles que fabricó se le vendieron desde el pasado sábado y que debió ponerle bonito para sacar pedidos de última hora.
Lo que menos quiere don Jorge es que los clientes se vayan con las manos vacías y por eso, a pesar de que hizo tantísimos faroles, siempre tuvo que correr para cumplir con lo que le pedían.
“Una señora llegó comentando que a su hijo le pidieron un farol con motivo de las leyendas costarricenses y poco a poco fuimos definiendo hasta que coincidimos en hacer al Padre sin cabeza, una de las leyendas de miedo más conocidas.
“Le pedí a mi hija que me trajera un rollo de papel higiénico y poco a poco fuimos dándole forma al padre. La verdad, hubo que correr, pero se logró que la señora se fuera bien contenta con su farol”, contó don Jorge.
Calentó motores
También llegó otro señor que maneja cabezal y deseaba que el farol que su hijo llevará al desfile tuviera la forma de ese tipo de vehículos.
Sin pensarlo dos veces, don Jorge se cuadró y sacó la tarea con cartón y tapas plásticas de botellas, porque sus faroles están hechos con materiales 100% reciclados.
“En dos meses comienzo a recoger el cartón y las tapas que se ocupan para los faroles del otro año. Estoy muy agradecido con ustedes porque con la nota que se publicó la gente vino por montones a comprarme y se acabaron los seiscientos faroles”, dijo don Jorge.