EscucharSin siquiera salir de nuestra atmósfera ya se pueden encontrar formas de vida inteligente que no se han podido identificar, de acuerdo a lo que nos explica uno de los expertos más serios en el tema Ovni, el tico Óscar Sierra Quinteros.
De acuerdo a Sierra en lo que se conoce como alta atmósfera se han confirmado entidades biológicas de forma circular, esféricas y hasta de gusano. Estos últimos son llamados “Ebanis” (Entidades Biológicas Aéreas No Identificadas”) por el ufólogo mexicano Jaime Maussan.
El pasado 17 de julio publicamos una nota que titulamos “Forma de vida extraterrestre fue grabada y deja a expertos sin palabras”. En esa nota se le consignó por error a don Oscar Sierra la afirmación de que en el espacio se han observado formas humanoides de vida, cuando lo dicho por Sierra fue sobre las “entidades biológicas con forma circular” y por eso estamos ampliando este tema con el experto.
“Considero necesario aclarar en este artículo lo que hasta ahora se ha investigado científicamente sobre este tipo de entes biológicos que viven en la alta atmosfera y aun en el espacio exterior.
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“Sobre este tipo de ovnis, se ha dicho que pudieran ser una forma de vida plasmática que se desenvuelve dentro de la atmósfera terrestre y aun en el espacio circunsterrestre”, explica Sierra.
Este tipo de teorías han sido conformadas como ciertas por un estudio científico publicado el 29 de febrero del 2024 en el Journal of Modern Physics.
El estudio fue realizado por un grupo de doctores de física, biología, astrónomos y otros hombres de ciencia pertenecientes a universidades y centros de estudios tales como el Centro de Investigación en Astrobiología, de California, Estados Unidos (EE.UU); el Departamento de Astronomía de la Universidad de Arizona, Tucson, EE.UU; el Laboratorio de Biociencias de la Universidad de Borgoña, Dijon, Francia; el Departamento de Ciencia y Medicina de la Università Degli Studi di Siena, Toscana, Italia, y el Centro de Astrofísica del Harvard-Smithsonian (Emérito), Cambridge, EE.UU. entre otros.
“Dicho estudio confirma la existencia de ciertas formas de vida plasmática provenientes del espacio exterior, que tendrían una biología muy propia de esos seres, quedando claro que se mueven con patrones inteligentes.
“Los catalogan como una forma de vida no biológica que definen como pre-vida porque tienen elementos de la vida, pero formada por otros nunca vistos que, al incorporar elementos presentes en el espacio, conduciría a la síntesis del ARN, una molécula esencial para la vida tal y como la conocemos, lo que obligaría a redefinir lo que se entiende por ‘vida’”, reconoce Sierra.
Nos recuerda el experto que dichos “plasmas” fueron filmados a más de 200 millas por encima de la Tierra dentro de la termosfera, por diez misiones distintas del transbordador espacial de la NASA.
“Estos ‘plasmas’ autoiluminados son atraídos por la radiación electromagnética, pueden ‘alimentarse’ de ella y presentan diferentes formas: cono, nube, dona, esférico-cilíndrico.
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“Han sido filmados volando hacia y descendiendo de la termosfera en tormentas eléctricas; congregándose por centenares e interactuando con satélites que generan actividad electromagnética y hasta acercándose a los transbordadores espaciales”, asegura el experto en el fenómeno ovni.
Esferas y círculos
Para Sierra, uno de los más claros ejemplos sobre este tema se vivió en la misión STS-75 del transbordador espacial Columbia, lanzada el 22 de febrero de 1996, en la que participó el costarricense Franklin Chang.
Se trató de llevar a cabo un experimento de “satélite atado” con el fin de generar electricidad utilizando el campo magnético de la Tierra por medio de un cable de 20,7 kilómetros. Cuando se habían desplegado más de 19 kilómetros de cable, éste se rompió.
“De inmediato el cable flotante fue rodeado por una gran multitud de esferas y círculos luminosas semitransparentes de naturaleza plasmática y luz pulsante que, al moverse, presentaban patrones de comportamiento inteligente.
“La filmación de ese suceso constituye una de las mejores evidencias de la existencia de esas entidades biológicas plasmáticas en el espacio exterior”, advierte Sierra.
Ya en las misiones Apolo 8 y Apolo 11 los astronautas habían fotografiado esas extrañas formas cerca de la Tierra.
Además, en el lanzamiento de una de las misiones de transbordador espacial, una especie de raíz gigante, de color blancuzco, acompañó la caída al océano del gran tanque principal impulsor.
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En el estudio también se habló de la posibilidad de una conexión entre los plasmas y los avistamientos de ovnis a lo largo de la historia.
