Los vecinos de San Rafael de Heredia lloran indignados la salida del sacerdote Alonso Azofeifa, quien fue separado de la parroquia San Rafael Arcángel, por enfrentar dos denuncias por cometer, presuntamente, “actos impuros” contra dos hombres mayores de edad.
Es tal el nivel de indignación de la comunidad, que desde el lunes anterior un grupo se organizó para recoger firmas y enviar una carta a la Arquidiócesis de San José, pidiendo explicaciones acerca de la salida del cura.
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Una de las personas más dolidas es Jorge Eduardo Morales. Este rafaeleño comentó que el sacerdote le daba consejería espiritual y le estaba ayudando con sus adicciones.
“Hasta hoy (miércoles) me enteré de lo que pasó con el padre, él ha sido un amigo y me ha ayudado a superar mis adicciones a las drogas y al alcohol. Siempre se mostró respetuoso conmigo, él era muy bromista y me duele lo que pasa, me siento confundido y no creo las razones por las que lo están juzgando”, afirmó.
Intereses de por medio
Luis Eduarte es una de las personas que está recogiendo firmas, él defiende al cura y asegura que hay intereses políticos y económicos relacionados a la salida de Azofeifa.
Expresó que el sacerdote dijo el domingo en misa de 6 p. m. que había sido separado de la parroquia, pero hasta el martes conocieron las razones.
"Personalmente creo que hay un interés económico de por medio. Cuando el sacerdote llegó hace dos años se empezaron a ver los cambios en el tema de los dineros. La gente sabe en qué se invierte la plata que dan a la parroquia, él asumió la restauración del templo y después de 10 años se comenzaron a ver los cambios.
“Considero que es una cortina de humo para tapar lo del padre Víquez, también creo que en San Rafael se mueven muchos intereses y hay personas que mueven las finanzas municipales, esto es un secreto a voces”, afirmó.
El rafaeleño aseguró que la recolección de firmas empezó antes de saber el motivo de la separación, pero que pese a que ya saben, seguirán con el movimiento.
“Sabemos que el sacerdote no puede defenderse y por eso estamos levantando la voz por él. La gente está dolida, no podemos creer lo que está pasando y sabemos que todo esto se trata de una calumnia”, dijo.
Otra vecina, quien prefirió no ser identificada aseguró que se presume quién es una de las personas que denunció al cura.
"Sabemos que es una persona de la comunidad, pero ya no está aquí, se dice que está en Puntarenas. Hay algo que están tapando, lo correcto es que el sacerdote supiera las razones por las que fue separado, pero ni él mismo sabía el domingo cuando lo comunicó a los fieles.
“Se dio cuenta cuando la Arquidiócesis hace el anuncio a la prensa y creo que el manejo que se le ha dado al tema no ha sido la correcta. Quienes conocen al cura saben que es una con una persona intachable”, expresó.