El glaucoma es una de las patologías que más causa ceguera en el mundo y es por eso que es tan importante saber cómo detectarla y tratarla a tiempo, para evitar mayores problemas.
Como explica Sheyla Thomas, optometrista de Ópticas Münkel, esta patología se da por un aumento inusual en la presión del ojo y es sumamente genética, por lo que es importante mantenerse al tanto de su historial familiar.
Si nota que su visión periférica comienza a ser más estrecha o ve halos alrededor de las luces, podrían ser señales de glaucoma. En algunos casos poco comunes puede sentir dolor ocular y le va a llevar más tiempo adaptar la vista a la oscuridad.
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Y si bien no existe cura, hay tratamientos para controlar la presión como las gotas oculares, medicamentos y la cirugía láser para despejar la presión.
Lo recomendable es hacerse un examen de fondo de ojo y medir la presión intraocular al menos una vez al año, para detectarla a tiempo. De no hacerlo, podría exponerse a perder la vista.
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