En pleno mes de octubre una familia desamparadeña disfrutó de un “milagro de Navidad” porque el poste, cargado de cables que “vívía” con ellos desde hace 21 años, lo quitaron en tan solo 13 horas.
La Teja informó de este caso el jueves 17 de octubre con una nota que titulamos: “Familia de San José vive con un poste lleno de cables en el balcón de la casa” y curiosamente, un día después de esa nota ocurrió el milagro que tenía esta familia años esperando.
El viernes 18 de octubre doña Cristina Robles y su hija, María Fernanda Mora, estaban tomándose el cafecito con pan del desayuno y de un pronto a otro comenzaron a escuchar un escándalo de voces y carros al frente de su casa en el residencial San Lorenzo, en calle Damas, en San Antonio de Desamparados.
Sin pensarlo dos veces las dos dejaron el cafecito a medio camino y se asomaron al balcón de su casa, que queda en un segundo piso, y vieron un montón de trabajadores de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y de las empresas de televisión por cable. Ambas sintieron algo en el pecho.
“Al ver a tanto trabajador de Fuerza y Luz primero me alegré, me pregunté: ‘¿será que por fin van a quitar los cables del poste de la casa?’. Pero no quería llevarme una falsa alegría, así que de inmediato les pregunté y me confirmaron que sí, que venía a quitarnos los cables del poste.
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“No tiene idea usted de la tremenda alegría que sentí al escuchar eso y ver los trabajadores comenzar a poner escaleras y subirse con equipo especial para pasar los cables del poste de la casa al poste nuevo que, si bien siempre está en la misma acera, no es lo mismo porque no los tenemos encima”, recuerda doña Cristina.
Un viernes diferente
En verdad que para esta familia fue un viernes muy diferente, al menos diferente a los de los últimos 21 años que es lo que tienen de vivir en la casa que tenía un poste de inquilino.
Nos cuenta María Fernanda que todos los breteadores que llegaron sudaron la gota gorda todo el viernes desde las 8 a. m. y hasta las 7 p. m., o sea, 13 horas de trabajo duro, pero lograron el objetivo.
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“Como a eso de las 5 de la tarde terminaron de pasar todos los cables de un poste a otro y ahí fue donde nos llenamos de angustia, porque pararon todos de trabajar y creímos que hasta ahí llegarían, que solo era asunto de pasar los cables, pero nos dejarían el poste.
“Uno de los muchachos nos aseguró que lo único que faltaba era esperar una grúa especial para poder quitar el poste y llevárselo. La grúa duró como una hora en llegar y se nos hizo eterna”, comenta la hija.
A doña Cristina le costó mucho poder explicarnos la alegría que sintió cuando vio llegar la grúa.
“Fue una alegría inexplicable. Ustedes tienen que entendernos, nosotros llevábamos 21 años esperando este momento y, la verdad, ya habíamos perdido la esperanza de que sucediera, porque tocamos todas las puertas que existen y siempre nos respondieron que no o nos cobraban platales y uno plata ni tiene”, asegura la mamá.
Tamaleada diferente
A pesar de que en estos momentos doña Cristina no tiene trabajito, nos aseguró que luchará con todo por hacer tamales este diciembre porque tendrán un sabro especial.
“Serán los primeros tamales sin el poste, sin ese miedo de todas las noches de un chispazo provocando un incendio. Esos tamales nos sabrán hasta más ricos, estoy segura. Gracias a Dios ya no tenemos ese peligro.
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“El poste ya estaba hasta torcido entonces se recostó a la casa y con los vientos se movía muy feo y sentíamos ese movimiento en casi toda la casa. Ahora sí vamos a poder disfrutar de los vientos navideños como se debe. Que quitaran ese poste lo siento como un milagro de Navidad. Le agradecemos a La Teja porque al día siguiente de que sacaron la nota fue que quitaron el poste”, confirma la vecina de Desamparados.
“Pura chiripa”
Le consultamos a la CNFL qué pasó para que al día siguiente de nuestra nota se hizo hasta lo imposible y quitaron el poste de la casa de las desamparadeñas y nos dijeron que fue una pura y legítima chiripa.
“El tema fue analizado por personal de la red eléctrica durante este año y se había programado su reubicación con el objetivo de evitar alguna afectación por esa invasión. Fue casualidad que su remoción coincidiera con la publicación del medio de comunicación”, asegura la CNFL.