Los extraterrestres aprovechan el solcito del verano tico para venirse a dar una vuelta por Costa Rica, por eso si su propósito para el 2018 es tener un encuentro con seres de otro planeta, póngase vivo porque según los expertos estamos en la temporada de avistamientos de objetos voladores no identificados (ovnis).
A partir del 22 de noviembre el país ha experimentado, a través de los años, un incremento en la visita de seres extraterrestres, eso provoca que los expertos en este fenómeno paren las antenas para estar listos ante lo que consideran la temporada de ovnis en Costa Rica.
Tres expertos ticos en el fenómeno ovni, Alexis Astúa, Gilda Aburto y Sergio Loaiza, nos confirman que sí tenemos una época en el país en que los objetos voladores se ven más que en el resto del año.
La misma Aburto vivió una experiencia extraterrestre, en uno de los lugares preferidos de los platillos voladores, el volcán Arenal, mismo sitio donde en Loaiza tomó una de las fotos más antiguas y contundentes de un ovni.
–¿Por qué tenemos temporada de ovnis en Costa Rica?
Alexis Astúa: Se considera que para nosotros la época en que la gente más ve ovnis en el país es entre el 22 de noviembre y el inicio del invierno (finales de abril) porque es cuando las condiciones del clima ayudan con cielos despejados a que se observe más detalladamente el cielo.
–¿Existe algo que le dé sustento a esa teoría de que tenemos temporada de ovnis?
Alexis Astúa: Sí, claro. Son cientos de personas que entre noviembre y el inicio del invierno nos reportan haber visto un ovni, incluso, hay un dato muy fuerte, en diciembre de 1997 el país tuvo una oleada importantísima de objetos voladores, a tal punto que incluso los canales de televisión lograron tomas de formaciones de naves en el cielo que no eran ni aviones, ni helicópteros, ni nada parecido a lo que el hombre haya fabricado antes.
–¿Tiene nuestra temporada lugares preferidos por los ovnis?
Alexis Astúa: Por supuesto que sí. En el mundo de lo extraterrestre a esos lugares que los Ovnis prefieren y se dejan ver más se les llama “Zonas calientes” y en Costa Rica están muy bien definidas. La principal y más caliente es el cerro Chirripó, pero también está la zona norte del Valle Central (cerros del Barva); la zona del Diquis en el sur del país; Punta Leona en Puntarenas y en general los volcanes como Irazú, Turrialba y Arenal. Muy especialmente la zona del volcán Arenal, donde se tomó la ya mundialmente famosa fotografía del lago Cote.
–¿Qué es eso de la famosa foto del lago Cote?
Sergio Loaiza: La fotografía del lago Cote fue tomada el 4 de setiembre de 1971 a las 8:25 a.m. por mi persona, cuando era cartógrafo del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Realizaba unas fotografías para el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) junto con los también costarricenses Juan Bravo y Francisco Reyes, sobrevolamos la zona en un avión canadiense modelo aero-comando f680, que llevaba en el piso una cámara NRk 15-23 que pesaba alrededor de 45,3 Kilos, yo era el encargado de tomar las fotografías aéreas. El grupo volaba a 10 mil pies (3.000 metros) de altura y la cámara se disparaba cada 13 segundos.
En uno de los cuadros apareció un extraño objeto que sería después conocido como el ovni del lago Cote.
¿Se sabe de alguien más que haya experimentado el fenómeno ovni en la temporada?
Gilda Aburto: En el 2004 viví una experiencia muy extraña en el Parque Nacional Volcán Arenal, fuí con un grupo de personas y cuando nos acercamos a las faldas del volcán me puse de frente al volcán y de espaldas al grupo, abrí un poco los brazos, cerré los ojos y dije más o menos, en voz baja: “muchas gracias por la oportunidad de estar aquí. Eres un volcán hermoso, te admiro mucho, estoy muy contenta de estar aquí”, tratando de sentir la energía del volcán. Para mí fue algo de unos segundos, nada más.
Entonces me di vuelta, ¡Y estaba sola! El resto del grupo ya no estaba. A lo lejos podía escuchar sus voces, empecé a correr, llamándolos a gritos, pidiéndoles que me esperaran. Ellos caminaban de regreso al mirador, a una distancia de al menos unos 50 metros de donde yo estaba. Cuando me escucharon se sorprendieron al verme y me preguntaron que adónde me había ido, y qué me había hecho.
Aburto considera ese hecho como un verdadero secuestro ovni, ya que estuvo 15 minutos “perdida en el tiempo” y jamás se pudo acordar qué pasó en ese lapso, a partir de ahí se metió de cabeza con el tema extraterrestre.