Este lunes 3 de enero, día de la continuación del curso lectivo del año pasado, en los centros educativos hubo ausentismo alto y muchos libros y cuadernos siguieron guardados en las casas.
Por una situación especialísima y para tratar de recuperar tiempo perdido en los últimos dos años debido a la pandemia, las escuelas y colegios públicos retomaron las clases apenas dos días después de año nuevo, pero la respuesta no fue la esperada.
La histórica medida fue más que avisada. Incluso el MEP dio el año pasado vacaciones adelantadas --entre el 24 de mayo y el viernes 9 de julio-- debido a los elevados contagios de covid-19 que había entonces. El compromiso fue disfrutar las vacaciones y reponer en diciembre y en enero, pero a más de uno se le olvidó el trato y prefirió no mandar a sus hijos a las aulas este lunes.
Estas semanas corresponden aún al curso lectivo 2021, que terminará el 21 de enero. El periodo lectivo del 2022 comenzará el 17 de febrero y concluirá el 22 de diciembre.
Este lunes por la tarde, el Departamento de Prensa del MEP informó que aún no contaba con las cifras de ausentismo entre estudiantes y educadores.
En un recorrido que hizo La Teja por varios centros educativos quedó claro que, al menos en estudiantes, la ausencia fue alta.
En la escuela Manuel Ortuño Boutin, en San Rafael Arriba de Desamparados, llegó a clases el 85% de la comunidad estudiantil, que consta de 1.050 niños.
En el Centro Educativo de Atención Prioritaria San Rafael, también en Desamparados, la situación fue más grave ya que ahí el ausentismo fue del 60% (en este centro reciben clases 848 niños).
En la escuela La Asunción de El Guarco, en Cartago, la situación fue crítica; a un aula a la que debían llegar 21 estudiantes fueron apenas seis.
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Papás quitados
Hay papás quitados para mandar a sus hijos a estudiar.
Algunos aseguran que han hecho un gran sacrificio para enviarlos durante diciembre y sienten que no ha valido la pena.
“Yo no mandé a mi hijo hoy, ni lo voy a mandar más porque ya no tengo transporte para él y porque antes de Navidad mi hijo me dijo que iba a la escuela y se dormía porque no lo ponían a hacer nada. Me parece un gran gasto para nada, un día la misma maestra me dijo que no me preocupara porque un día mi hijo no había podido ir a clases porque ‘de por sí, no habían ido a hacer nada’”, dijo una mamá cuya identidad no será revelada y tiene a su hijo en la Escuela Unificada República del Perú - Vitalia Madrigal, en San José.
En la escuela Timoleón Morera Soto, en Alajuela, nos topamos a una mamá que se reservó su nombre y comentó que la maestra de su hijo que está en cuarto grado le puso un mensaje para decirle que este lunes no había clases y más tarde le envió otro en el que decía que la habían convocado a una reunión martes y miércoles y que tampoco esos días habrá lecciones presenciales ni virtuales.
La misma mamá tiene a una niña en materno y, según le dijeron, se reincorporará a clases este martes.
Una mamá con dos hijos que asisten al Centro Educativo de Atención Prioritaria San Rafael (en Alajuela), y cuyo nombre pidió no publicar, dijo no estar muy convencida de llevar los pequeños a la escuela, pero al final lo hizo para evitar hacerles un daño.
“Para nosotros es muy raro que tengan que ir a la escuela un 3 de enero, nos dicen que están atrasados con la materia y que por eso debemos mandarlos, pero no especifican en qué están atrasados; ya no sabe uno qué creer. Es cierto que durante un tiempo no tuvieron clases, pero les han dejado guías y tareas por montones, con eso deberían haber recuperado algo”, opinó la mamá.
Gran preocupación
Otros papás están más apuntados y comprometidos con llevar a sus pequeños a clases porque los preocupa que se atrasen.
“Claro que es muy es extraño que todavía (el domingo) estábamos celebrado el año nuevo y ya hoy (lunes) tuve que traer a mis hijas a clases, pero hay que ser conscientes de que estamos viviendo una situación especial por la pandemia”, dijo Marilyn Prado, de Aserrí.
“Mi hija mayor está en sexto grado y me dice que le preocupa no tener el conocimiento para empezar sétimo año, la preocupación principal es matemáticas, pero estoy pensando en pagarle clases particulares para ver si superamos eso”, agregó.
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Otros que se apuntaron a las clases fueron Thiago y Donovan Carranza Cedeño. A las seis de la mañana, estos vecinitos de Santa Rosa de Paso Ancho se levantaron muy emocionados por volver a clases.
Desde el día anterior tenían listos sus uniformes, por eso se bañaron rapidito, desayunaron cereal y se alistaron en un dos por tres.
Thiago tiene 6 años y está en el kínder, lo que hoy se conoce como transición. Donovan tiene 7 años y está en primero de la escuela. Thiago va al jardín de niños República de Haití y Donovan a la escuela República de Haití Centenario; ambos centros quedan en San Sebastián, San José.
Doña Estefanía Cedeño, la mamá, nos contó que no le costó para nada levantarlos y que al llegar se llevaron la sorpresa de que había poquitos compañeros.
“En casa sabíamos que entraban este tres de enero y no dudamos en enviarlos. Fue un año (el pasado) con muchas guías de trabajo y poca asistencia y no se aprende lo mismo, a ellos les hacen falta las clases, los compañeros”, dijo doña Estefanía.
La pandemia, explica la mamá, golpeó los estudios de sus hijos desde todo punto de vista. Puso como ejemplo que el título de kínder de Donovan se lo dieron a ella.
“Me gusta que ellos iniciaran este tres de enero para que vean materia y compartan con los profesores y los compañeros. Uno solo piensa en el aprendizaje de ellos que se ha visto tan frenado por las clases virtuales”, añadió.
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Raquel Romero también llevó a clases a sus hijos al Centro Educativo La Asuncióne, en El Tejar de El Guarco. Manuel Coto está en materno, Emiliano Coto en kínder y Génesis Fuentes en segundo grado y aunque los tres estaban entusiasmados con el regreso a clases, su madre no negó que le daba pereza.
“Solo pudimos descansar el fin de semana, pero desde el domingo les dije que debíamos volver a clases el lunes y no hubo problema para que se acostaran antes de las ocho de la noche”, contó Romero.
La directora de la institución, Dunia Garita, nos contó que la asistencia de niños estuvo regular.
“Por ejemplo, en sexto grado solo tres niños llegaron de los quince que están en ese nivel. Los que más asistieron fueron los de primer grado y preescolar”, agregó la directora. En ese centro educativo hay 154 estudiantes matriculados.
La maestra Mariela Brenes da tercer grado en la escuela La Asunción y no negó que fuera inusual estar un 3 de enero dando lecciones, pero aprovechó para hacer un repaso de español y matemáticas con sus alumnos a fin de que lleguen mejor preparados a cuarto.
Crishaly Gómez cursa el cuarto grado en la escuela Ascensión Esquivel, también en Cartago, y este lunes les sacó provecho a las clases.
“Recibí repaso en español de dividir en sílabas, pero en ciencias vimos materia nueva sobre los eclipses y hasta nos dieron educación física. De mi grupo, que somos diez, solo faltaron dos”, explicó la niña de 10 años.
Adriana Pereira, directora de la escuela Jesús Jiménez, en Cartago, al que asisten 700 estudiantes, reconoció que faltaron bastantes alumnos y dice que los que más ausencias tuvieron fueron los más pequeños.
Esteban Marín, director del Centro Educativo La Pitahaya, en la misma provincia, contó que el regreso estuvo normal.
“Estamos trabajando en las estrategias de promoción (convocatorias) y dimos un repaso de la materia de siete a diez de la mañana. Luego de esa hora los maestros se quedan ayudando con labores administrativas mientras terminan su horario”, dijo Marín.
Importante llamado
Estrella Cedeño, directora de la escuela Manuel Ortuño Boutin, en Desamparados, dijo que ella y los educadores del centro están muy comprometidos en dar reforzamientos a los niños durante enero para aclarar dudas, por eso les piden a los papás que manden sus hijos.
“Sabemos que ahora hay una nueva amenaza con el covid-19 llamada ómicron, pero aquí tenemos protocolos estrictos, hay lavamanos en cada aula y en todo lado está demarcado el distanciamiento que debemos tener. Les pedimos a los papás que envíen a sus hijos, queremos aprovechar estas semanas para recuperar parte del tiempo perdido por la pandemia”, aseguró.
Por su parte Ivannia Madriz, directora del Centro Educativo de Atención Prioritaria San Rafael, dice que en los próximos días verán temas nuevos, por lo que es fundamental que los escolares vayan a clases.
“Recibimos menos estudiantes de los que esperábamos, pero también debemos tomar en cuenta que puede ser que algunas familias aún estén regresando de paseos y se estén acomodando. Tenemos estudiantes extranjeros que probablemente salieron del país para las fiestas y pronto regresarán, así que esperamos que en los próximos días tengamos una mayor asistencia”, expresó la educadora.