En las elecciones presidenciales para el período 1994-1998 Costa Rica hizo historia ya que fue la primera vez que en una papeleta presidencial apareció una mujer.
Doña Norma Vargas Duarte, del Partido Unión Generaleña (Pugen), una guanacasteca de la pura cepa, le metió buen picante a la contiendan porque jamás se le quedó callada a nadie, ni a José María Figueres ni mucho menos a Miguel Ángel Rodríguez, dos de los seis rivales que tuvo.
“Siempre he sido una mujer guerrillera, de armas tomar, de echar pa’ lante y no quedarme callada ante nadie cuando lucho por mis ideales. Así somos las guanacastecas, sin pelos en la lengua”, fue lo primero que nos dijo esta abogada de profesión quien recuerda que aquellas elecciones fueron un momento difícil, pero a la vez linda.
Cuando todavía era estudiante de Derecho, mientras realizaba su tesis, se topó con don Carlos Fernández, quien era de los grandes en el Pugen.
Tras un par de entrevistas, Fernández le notó que tenía pasta para la política y le propuso que fuera la candidata presidencial del Pugen.
“Lo primero que pensé fue que don Carlos estaba loco, por eso ni lo tomé en cuenta. La política nunca fue algo que busqué. Eso sí, siempre fui de ayudar a la gente, de buscar solucionar problemas. Don Carlos me insistió tanto que terminé por decirle que sí”, recordó doña Norma.
Ella ni siquiera tenía idea del huracán en el que se estaba metiendo. Jamás imaginó que la política, al menos en un partido pequeño, necesitara de tanto dinero de su propia bolsa y tanto esfuerzo físico y mental.
“Amé esa época de mi vida. Disfruté de la gente porque recorrí todo el país, disfruté abrir brechas, disfruté demostrarle al país que una mujer sí tiene la fuerza suficiente para luchar por la presidencia.
"También fue una época muy dura, como estaba en partido pequeño había que meterse la mano en la bolsa para salir adelante en la campaña, ponía mi carro y mi gasolina para las giras, si el carro se jodía había que ir en bus. Dejé tirada mi oficina para atender la política entonces me cortaron hasta los teléfonos porque me quedé sin plata”, comentó con una gran sonrisa por los buenos y los duros momentos vividos.
Iba para un debate aunque no la invitaron
Doña Norma recuerda que la prensa se portó maravillosamente con ella, incluso mantiene en su memoria con mucho cariño a la periodista Pilar Cisneros
Esto porque en el debate de canal 7 se estaba discutiendo un problema con la importación de huevos extranjeros, entonces cuando Pilar le preguntó a doña Norma que cómo iba a gobernar el país ella si quedaba presidenta, la candidata respondió “con huevos… con huevos de gallinas costarricenses”.
“Me contaron que esa frase mía disparó los teléfonos de canal 7 y la gente pedía y pedía que repitieran el debate. Entonces Pilar me llamó y me dijo que no lo iba a repetir, pero que tenía que volver de inmediato al canal para entrevistarme otra vez… y fui varias veces”, comentó.
También recordó que un canal de televisión invitó a los candidatos presidenciales para un debate, pero a ella no. Entonces agarró el teléfono y llamó para decirles que era candidata presidencial y que lo sentía mucho por ellos, pero que iría al debate y que no se preocuparan porque ella iba a llevar su propia silla y su propio vaso de agua.
“Al rato me devolvieron la llamada, me pidieron disculpas y me mandaron la invitación formal… no crea, ser la primera fue duro porque algunos trataron de invisibilizarme, pero no lo lograron”, afirmó.
Revolucionaria
Su forma forma de ser tan guanacasteca la llevó a la política y la hizo no tener pelos en la lengua para defender sus posturas.
“Yo siempre he sido revolucionaria, por eso en los debates no me le quedé callada a nadie, nunca tuve pelos en la lengua. En un debate en la Universidad de Costa Rica, José María Figueres comenzó hablándole a los estudiantes maravillas de Carmen Lyra, cuando me tocó hablar a mí no pude soportar eso y le dije que estaba mintiendo porque no habló todo, no mencionó que don Pepe Figueres, su papá, expulsó del país a Carmen Lyra y que ella le suplicó que la dejara morir en su país y Pepe no la dejó, por eso ella tuvo que morir en México; se lo dije de frente", recordó.
"Cuando fue la rifa de la posición de la papeleta, antes de que comenzara, le dije a Miguel Ángel Rodríguez que ni sabía para qué la hacían si me iba a tocar el número uno a mí y así fue. Él me dijo: 'claro, como usted es bruja'. Lo volví a ver fijo a los ojos y le dije: 'exactamente, soy bruja y tenga cuidado porque vine en escoba'", contó.
Fue tanta la relevancia nacional que tuvo nuestra primera mujer candidata a la presidencia, que en Estados Unidos se dieron cuenta y la mismísima primera dama, Hillary Clinton (era la esposa del entonces presidente Bill Clinton), la invitó a un evento internacional de mujeres. Doña Hillary se refería a doña Norma como “La mujer escopeta”, porque se dio cuenta que la guanacasteca le tiraba duro a los rivales políticos.
También sufrió discriminación, incluso de colegas abogadas, quienes le decían que qué estaba haciendo ella como candidata presidencial, insinuándole que el lugar de las mujeres era en la casa o en una oficina encerraditas, pero jamás luchando presidencias con los hombres.
Esas elecciones del 1994-1998 las ganó José María Figueres, doña Norma ayudó mucho a que el Pugen se mantuviera muy presente entre el pueblo. Para las siguientes elecciones presidenciales también buscó llegar a la presidencia, pero con el partido Pueblo Unido.
¿Cerró ya su capítulo en la política? “Para nada, me encanta ayudar. La política me gusta mucho, ahora estoy algo apartada, pero no descarto volver en algún momento si aparece una muy buena protesta”, concluyó esta histórica mujer.