“En una fiesta de amigos me emborraché sin saberlo, comencé a tomar de esas bebidas que ahora venden con alcohol, pero saben muy rico y cuando me di cuenta estaba mareada y no podía ni caminar, nunca imaginé que una bebida tan rica me iba a afectar tanto”.
Este nos lo contó una alumna del Liceo Ricardo Fernández de San Sebastián; no podemos poner su nombre por ser menor de edad.
“Es que hace muchos años solo había guaro y cerveza, el guaro quema la garganta y la birra es muy amarga, pero ahora con los cocteles es diferente porque son muy ricos y entonces el alcohol ni se siente”, agregó otro de los colegiales.
Y es que ayer en el Ricardo Fernández la Asociación Educalcohol y la Muni de San José realizaron un taller en el cual los jóvenes colegiales aprenden sobre los problemas del alcoholismo, mientras se divierten con actividades bien vacilonas.
El proyecto se llama Programa Campamento Cool y busca darle técnicas a los muchachos para que aprendan a decir no cuando sus compas están echándole.
“Para mí es muy difícil compartir con mis amigos cuando están tomando porque se meten mucho conmigo para que yo me apunte, pero como no lo hago pues me vacilan mucho y hasta me hacen sentir mal”, comentó uno de los jóvenes.
Otro de los jóvenes nos contó que ama a La Sele, pero odia los días de partidos y también odia diciembre, porque es cuando sus papás se emborrachan y tiene que ver escenas muy duras en su propio casa con los seres que más quiere.
Otro muchacho con el que hablamos, nos confesó que el tener un tío alcohólico es durísimo, sobre todo porque por el guaro de su tío, los dos primillos que tiene, hijos de ese tío y que son jóvenes también, ya se emborrachan todos los fines de semana.
Mónica Solórzano, director ejecutiva de Educalcohol está muy motivada porque los muchachos “están aprendiendo mientras se divierten y eso provoca que el mensaje llegue de forma más efectiva”. Ese mensaje de no al guaro se ha llevado a barrios vulnerables con la meta de prevenir el consumo temprano de alcohol.
La vicealcaldesa de Chepe, Paula Vargas, explicó que ellos apoyan Educalcohol porque les permite llegar con un mensaje positivo a jóvenes expuestos a diferentes situaciones de riesgo y así darles herramientas que les ayuden a pegarle un leñazo a las borracheras, sobre todo con jóvenes entre 12 y 15 años.
En San José ya se han realizado 21 campamentos en 19 colegios y escuelas, en comunidades como Pavas, La Carpio, La Uruca, Barrio México, Sabana, San Sebastián y Hatillo.