“Es duro para mí y para mi familia ver que el aprendizaje sobre el covid-19 es muy poco. Este virus se volvió un deporte, es como un partido de fútbol que la gente lo ve, pregunta por el resultado, pero nada más.
“Hoy por hoy se normalizó la muerte porque siguen falleciendo personas de diez en diez y ya los medios ni reportan”.
Con mucho dolor don José Miguel Albernas Jaramillo, hermano del primer doctor que falleció de covid-19 en el país, Reinaldo Albernas Jaramillo (quien fue jefe de ginecología del Hospital de Alajuela), conversó con nosotros, el pasado 3 de marzo, a dos años del primer caso reportado como positivo por coronavirus.
La Costa Rica del 2020 es muy diferente a la de este 2022, en lo que a conocimiento del covid-19 se refiere. Cuando el doctor Albernas se contagió, después de ir a recoger un familiar a Panamá que no tenía un solo síntoma del virus, ya que su quebranto de salud se dio por un infarto, en marzo del 2020, la ignorancia sobre la pandemia era prácticamente total, incluso para las mismas autoridades de salud.
“Hoy, como en aquel 2020, no se sabe a ciencia cierta el origen del virus, cuánto dura, cuáles son todos los efectos. Seguimos ignorando la gran mayoría, lo que pasa es que ya lo volvimos parte de nuestras vidas y nos desentendemos”, analiza don José Miguel.
El contagio
Como el doctor, después del viaje a Panamá, no tenía ningún síntoma, volvió a trabajar durante tres días. El 6 de marzo del 2020 fue cuando comenzó a faltarle el aire.
Ese mismo día el ministro de Salud, Daniel Salas, le informaba al país del primer caso positivo de covid-19, una pareja de gringos que anduvo por Alajuela y Puntarenas. La pareja fue aislada en la habitación de un hotel.
Los exámenes que se hizo el doctor Albernas, antes del 6 de marzo, dieron negativo, pero como ese día no tenía que bretear, aprovechó para incapacitarse porque realmente le faltaba el aire casi sin caminar. Poco después el doc le dijo a su familia que sí había dado positivo en el último hisopado.
“Fue la última vez que nos habló directamente, nunca más pudimos conversar con él”, recordó con dolor don José.
A partir del 7 de marzo arrancó un infierno de ignorancia para la familia Albernas Jaramillo. Al médico lo internaron en el Hospital de Alajuela, aislándolo completamente y de inmediato le extendieron una orden sanitaria de aislamiento a cada miembro de la familia con el que compartió.
La ignorancia
Al ser la primera familia tica contagiada y con una profunda ignorancia entre la gente y el sector salud en general, tuvieron que pasar por el amargo infierno de ser juzgados, amenazados de muerte y hasta humillados.
En redes sociales, incluso, hubo médicos que fusilaron al doctor Albenas por haberse contagiado. Algunas personas llegaron al punto de desearle la muerte.
Las agresiones llegaron a tal punto que el propio doctor pidió que por favor que lo durmieran con medicamentos para no seguir recibiendo insultos porque lo crucificaron por todos lados y también a sus familiares.
“En aquellos momentos no había una sola autoridad de salud capacitada para decirnos realmente cómo debíamos comportarnos. Estábamos aislados y no se sabía si alguien nos podía llevar comida, qué pasaba si nos poníamos graves ya contagiados, en fin, fuimos nosotros los conejillos de indias para el país… y bueno, a alguna familia tenía que tocarle y lo entendemos ahora”, recordó don José Miguel.
Realmente esta familia fue conejillo de indias para Costa Rica, imagínense que el aislamiento de ellos duró 46 días.
“Me duele ver gente que anda sin mascarilla en la calle. Muchos no han aprendido nada todavía”, aseguró.
22 hisopados a una niña
En pleno 2022 ya una persona con síntomas de gripe ni le pone mucha atención al asunto, pero en el 2020 a una niña de 11 años de los Albernas Jaramillo, le hicieron 22 pruebas covid-19.
“Le doy otro ejemplo de la ausencia de conocimiento que teníamos todos en el país para aquellos días. Resulta que como mi esposa salió positiva, al igual sus hijos y yo, pues con toda la responsabilidad que se debía llamó al centro educativo donde trabajaba como educadora para advertir que al ser positiva debían aislarse y hacerse pruebas todos los que estuvieron en contacto con ella.
“Hoy día eso lo pide el Ministerio de Salud como algo obligatorio para un positivo, en aquel momento la gente de salud llamó a mi esposa y le dijo que quién se creía ella para dar esa información que eso solo lo podían hacer ellos… ¿entiende?”.
A don José Miguel todavía hay un tema que no le baja ni con aceite y es que cuando comenzó la pandemia en Costa Rica las autoridades de Salud comenzaron a llamar el paciente cero a su hermano.
“¿Cómo que paciente cero si él tenía nombre, apellidos y pertenecía a una familia? ¿Cómo así? Mi hermano no era un indocumentado, era un tico más y un gran profesional. A la familia le dolió mucho cuando Ignacio Santos, en Canal 7, le llamó paciente cero como si no tuviera raíces y seres queridos.
“Además, lo del paciente cero termina siendo un perfecto desconocimiento porque cuando mi hermano se contagió ya estaban los dos gringos aislados en un hotel, o sea, no se pudo saber cuál fue el paciente cero”, recordó.
Las amenazas
Otra cosa, con gran amargura, que recordó don José Miguel, es que desde el puro inicio comenzaron a recibir llamadas, algunos familiares, en las que los amenazaron de muerte y no fue una, ni dos, ni tres, fueron muchas.
“Estábamos enfermos, aislados, humillados y amenazados de muerte, por eso fueron días de dormir muy poco por el estrés de las agresiones y también de poco comer, porque en esas circunstancias no da ni hambre”.
Un día en la casa de los Albernas llamaron a una ambulancia porque uno de los familiares se sentía realmente mal y de la Cruz Roja les dijeron que no podían enviarles una ambulancia porque como ellos tenían covid-19, les iban a contaminar la unidad.
“Dejémoslo ahí de ejemplo…pero tengo muchísimos más. Es que lo que mi familia vivió es para hacer un libro completo. No hay más botones, hay cientos de botones más porque para un país entero todo fue nuevo”, advirtió.
El doctor Reinaldo Albernas luchó con todas sus fuerzas por vivir durante 45 días. Venció al covid-19 como los grandes, pero estaba muy debilito y le entró una bacteria. El 20 de abril del 2020 falleció y el Ministerio de Salud lo registró como el sexto fallecido por covid-19 en la historia de Costa Rica. Al 4 de marzo del 2022, el país registra 8.082 muertes por coronavirus.
De crucificados a necesitados
En el 2020 los aislaron y crucificaron y un año después el país ha buscado y necesitado a los Albernas Jaramillo porque como son de los primeros contagiados, su experiencia es fundamental para la lucha contra el covid-19.
Es por eso que don José Miguel confirma que su familia participó en el proyecto RESPIRA de la Caja y la Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas (ACIB), el cual analizó científicamente cómo se defiende el cuerpo del covid-19. En RESPIRA participaron unas tres mil personas.
También, por ser de los primeriticos contagiados, ayudaron a la Universidad de Costa Rica (UCR) dándole permiso para que usaran sus inmunoglobulinas, que la UCR las sacaba del plasma de pacientes convalecientes porque podían funcionar en infecciones por virus respiratorios.
“Uno sería muy egoísta si no colabora con el país. A nosotros nos crucificaron, pero de ahí a decir que me vale un pepino lo que le pase al prójimo hay una gran distancia. Sí me interesa lo que le pase al otro y también a mi familia.
“Se trata de poner la otra mejilla y ayudarle a la ciencia a ganarle la batalla al virus. Hay que aportar y cuantas veces ocupen, aquí estaremos”, asegura con gran amor al prójimo don José Miguel quien sabe que su hermano estaría más que orgullo de ver que los suyos, dos años después, hasta fueron parte de ese batallón que ayudó como pudo en la lucha contra la pandemia.