A eso de las 10 de la mañana de este miércoles 2 de julio, a doña María de los Ángeles Rodó Muñoz, mejor conocida como doña Marielos, le cambió todo cuando pudo tocar a Kevin, un hermoso perrito de raza bichón maltés, de 6 años de edad.
Estaba muy seria, como acabangada, tristona, con ganas de muy poco y de casi nada, pero cuando le pusieron a Kevin en las piernas, doña Marielos, quien el pasado 28 de junio cumplió 85 años, volvió a ser la chiquilla de 15 años que hace 10 días fue internada en el hospital San Juan de Dios por piedras en el hígado. Sí. La chiquilla quinceañera, porque nos dice que antes de caer internada así se sintió toda la vida.
Es vecina de Hatillo 3 y nos la encontramos en el parque de los Próceres, el cual queda dentro del San Juan de Dios.
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“Le cuento una cosa, ya me hacía mucha falta acariciar un perrito. Es que dentro de lo más terrible de mi internamiento ha sido no poder ver a Frida Mirrusca, mi amada perrita, es la chineada de la casa y aunque me la ponen en videollamada, me muero por acariciarla.
Amor perruno
“Realmente siento que acariciando a Kevin estoy acariciando a mi perrita. Le voy a ser muy sincera, no hay pastilla ni inyección que me haya hecho tan bien como la visita de estos perritos”, nos dice con tremenda sonrisa doña Marielos, mientras acaricia a Kevin y él se deja, además, le responde con mucho amor.
“No puedo negarle que me sentía muy decaída, desanimada, incluso hasta me pregunté, por como está el mundo y el país, si valía la pena a mis 85 años seguir luchando. En eso estaba en la camilla hasta que me trajeron a ver a estos perritos.
“Es algo bien raro, no se lo puedo explicar, pero me renové en motivación y positivismo. Ya quiero hasta salir del hospital para continuar viviendo al máximo. Estos perritos me inyectaron la felicidad que tanto necesitaba después de 10 días internada”, confirma emocionada la chiquilla de 85 añitos.
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Todos los miércoles, al San Juan de Dios llegan Emily, una perrita de raza antiguo pastor inglés de 2 años que trajeron de Bélgica; Olivedh, de 5 años, de la misma raza que la primera; Samantha, de raza golden retriever de 10 años, y Kevin.
Silvia González, enfermera obstetra, encargada de la Brigada Canina del hospital San Juan de Dios, nos explica que los 4 peluditos tienen como responsabilidad repartir amor y felicidad.
Gran terapia
“La brigada cumple 4 años este 2025. Después de cumplir con todos los requisitos, ahora el objetivo es servirle de terapia a los pacientes. Todos los miércoles estos amiguitos de cuatro patas vienen a repartir felicidad entre los pacientes internados”, comenta doña Silvia.
Allisson Herra Ramírez tiene 20 años, desde hace 15 días está internada porque la van a operar del colon y no hay minuto que no extrañe a Boqui, su amado perrito, al cual tiene 5 años de chinearlo.
“Ya me hacía falta acariciar un perro porque extraño mucho a Boqui. Me mandan fotos y lo veo en videollamada, pero no es lo mismo, me hace mucha falta.
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“Hoy estos perritos me cambiaron todo, me alegraron el día y la vida. ¡Hasta me olvidé de la enfermedad por un rato!”, dice muy motivada Allisson, quien es desamparadeña.
“Me cambió todo”
Doña Yahaira Sequeira vive en La Uruca y por piedras en la vesícula tiene 7 días internada. “Cuando dijeron que había una actividad dije que no, estaba un poco triste y no me sentía con ganas de participar en nada, pero cuando me explicaron que había perritos me levanté de primera porque yo tengo uno que se llama Shijam y me hace mucha falta.
“No he dejado de acariciarlos, es que a mi perrito lo extraño tanto, siento que cada caricia que les doy va directo a mi perrito. Me cambió todo, estaba triste y ahora estoy superfeliz, no quería ni levantarme y siento que hasta puedo correr. Qué lindo detalle traernos perritos, realmente yo necesitaba besar paticas de estas”, asegura con tremenda alegría doña Yahaira.
Doña Mónica Baltodano es enfermera de salud mental del San Juan de Dios y nos explica: “La presencia de los perritos se llama Terapia Asistida con Animales. Cuando los pacientes comparten con los perritos liberan oxitocina (conocida como la hormona de la felicidad) y así se sienten felices, se liberan y se quitan de encima un poco del estrés y la angustia que provoca estar internados”.
Justo este jueves 3 de julio, el San Juan de Dios celebra 180 años de haberse fundado, por eso esta semana se realizan actividades festivas en todos los departamentos.