La doctora María Luisa Ávila, infectóloga, nos advierte que sencillamente no se debe usar el agua de mar para inyectarse el cuerpo porque “no es un producto avalado para ese fin, no tiene registro sanitario por ende no se sabe que tan libre de contaminantes este, y porque carece de evidencia científica que respalde los beneficios que le atribuyen. Las pomadas canarias no existen”, asegura.
El Ministerio de Salud encendió todas sus alertas en país porque descubrieron que en Internet se están promocionando tratamientos con inyecciones de agua de mar.
Una de las mayores preocupaciones que nos manifestó la doctora Ávila es que inyectarse agua de mar bien podría significar que se le esté inyectando al cuerpo la bacteria vibrio vulnificus, o sea, nada más y nada menos que la mundialmente conocida como bacteria “come carne”.
Se ha demostrado científicamente que la come carne está en las aguas del Pacífico desde Estados Unidos, pasando por México y no se puede asegurar que no esté por estos rumbos, aunque no hay casos reportados actualmente.
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Imagínese usted que un ser humano puede contraer esta bacteria al comer mariscos crudos, poco cocinados o que se almacenaron sin las condiciones de higiene adecuadas. Está presente en ostras o cuando una herida, por pequeñita que sea, es expuesta al agua del mar.
Una vez entró la bacteria al cuerpo la infección avanza muy rápido y si no se trata con antibióticos, puede matar al paciente en pocos días.
Según las autoridades estadounidenses de salud, al menos 8 personas han muerto este año por esta bacteria y han advertido de que es tan letal que 1 de cada 5 pacientes con este tipo de infección muere, a veces después de uno o dos días de haberse enfermado, de acuerdo a reportes de CNN.