Radio María Costa Rica celebró el jueves anterior 20 años de estar al aire en el país, y Laura Porras, una joven de 26 años, está feliz por servirle a Dios y a esta emisora católica desde el 2017.
Laura forma parte de la planilla de la radioemisora desde hace un año y sirvió como voluntaria por seis más. Es una de las locutoras, maneja controles y, de lunes a viernes, tiene a cargo el programa llamado “Sobre ruedas”, que se transmite a las 5:30 de la tarde y está dirigido, principalmente, a aquellas personas que van hacia sus casas luego de salir de sus trabajos o sus centros de estudio.
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Porras está realizada por servir en esta cadena radial, que en Tiquicia se escucha por la frecuencia 100.7 FM. Radio María Costa Rica, es parte de la Familia Mundial de Radio María, nacida en Italia hace más de 40 años y que cuenta con 95 emisoras en 94 países. Cabe señalar que esta es independiente de la emisora que existió hace unos años en el país.
“Estar a través de los micrófonos hablando de Dios, ayudando a una persona que está escuchando, que quizás pasa por un momento difícil, me llena de mucha alegría. Sé que gracias a nuestro trabajo hay oyentes que están pidiendo por una oración, desahogarse y es llegar a Dios”, afirmó la joven.
Vocación
Laura, vecina de Ipís de Goicoechea, siempre tuvo el deseo de servir, por eso desde jovencita se le vio en la iglesia, para ayudar a llevar la palabra del Señor. Para ella, cuando era una chiquita era habitual ver a sus tíos en la pastoral juvenil, a su mamá, doña Gabriela, sirviendo en los grupos de Años Dorados (para adultos mayores) y cuando tenía 16 años se incorporó al Ministerio de Lectores.
Laura tiene facilidad para comunicar y cuando salió del colegio pasó por un momento de depresión, al ver que no tenía trabajo y por eso se comunicó con Radio María, para servir como voluntaria.
“Mi mamá me pidió que hiciera algo, porque yo estaba muy mal por no tener trabajo. La emisora siempre está abierta al volutariado y me comuniqué con ellos para participar en una inducción y aunque no me pagaban la experiencia me hizo liberar estrés y aprender cosas nuevas.
“He visto cómo hemos pasado de sólo transmitir los programas por la voz, a hacer uso de las cámaras y sacarles provecho a las redes sociales”, afirmó.
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Esta muchacha llevó cursos de locución y tuvo la oportunidad de laborar en una emisora más comercial, pero sintió que en su caso no era lo mismo.
“Siempre me ha gustado comunicarme con la gente a través de la palabra y es increíble como tantas personas, en Costa Rica y el mundo, se unen a esta frecuencia. Lo que más marca es el cariño que tiene la gente, la cercanía que tiene la gente con Dios.
“Nosotros somos un instrumento y me marca ver como la gente tiene fe; en Costa Rica la gente ora y le pide al Señor por nuestro país, no nos quedamos con el egoísmo”, relató.