El país tiene sus ojos puestos en los resultados de los ensayos clínicos que está realizando la Caja del Seguro Social con el suero equino para combatir el covid-19.
Pero poco se ha hablado de cómo inicia el proceso de los caballos propiamente y de cómo se consiguen.
Laura Collado es dueña de la hacienda Las Amazonas en Pital de San Carlos. Ella recientemente donó 15 yeguas para esta noble causa y fue un gesto que le llenó el corazón.
Eligió yeguas porque son más mansas que un caballo o un potro.
“Cuando a mí me llamaron y me dijeron que si tenía un caballo para donar y vi la cantidad de enfermos que hay, dije que con uno no se hacía nada y me dediqué a buscar en una finca que tengo en San Carlos.
“Tienen que ser caballos muy nobles, no pueden ser pequeños ni viejos, porque deben aguantar la reacción, no es que se les hace daño, pero deben estar sanos. Ellos están muy bien cuidados, se les hicieron todos los exámenes pertinentes. Son animales tan nobles que a partir de su sangre pueden producir muchas vacunas, entonces al donarlos, no es solo para el covid”, explicó doña Laura.
Lo más lindo del proceso para esta vecina de Cartago fue que llegó a recoger las yeguas un camión con la bandera de Costa Rica pintada.
“Eso es conmovedor, yo dije en ese momento que era la único que me faltaba para identificarme con este gran proyecto”, señaló Collado.
Situación distinta
El doctor Mauricio Arguedas, médico veterinario del Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica, explicó que normalmente, para la producción de antivenenos, ellos compran los caballos; sin embargo, para el caso de este suero la situación es distinta.
“Por la urgencia y por ser un proyecto nuevo que no estaba planificado, se optó por solicitar la donación de los caballos necesarios para producir al menos el lote experimental para que la Caja pudiera hacer el ensayo clínico que valide su eficacia y seguridad”, comentó el experto.
Arguedas explicó que para la producción de sueros de origen equino lo más importante es que los caballos tengan una excelente condición corporal y buen estado de salud.
“La raza no es importante, la mayoría de nuestros caballos son criollos (sin raza definida). Sin embargo, los caballos pura raza española e iberoamericanos son excelentes opciones por su tamaño y docilidad”, explicó.
El médico detalló que el proceso no es doloroso, consiste en inyectarle a los caballos proteínas recombinantes (producidas en laboratorio) del virus SARS-CoV-2.
“Entonces como no es el virus completo, los caballos no se pueden enfermar ni contagiar al personal que trabaja con ellos. El sistema inmune del caballo reconoce las proteínas como un cuerpo extraño y empieza a producir anticuerpos que atacan esas proteínas para neutralizarlas (y lo mismo van a hacer cuando reconozcan a las proteínas reales del virus en los pacientes)”, aseguró.
Cuando los animalitos tienen un nivel de anticuerpos suficientemente alto, los caballos “donan” su sangre de forma muy parecida a como las personas lo hacemos, con la diferencia de que esa sangre es separada en sus componentes principales: plasma y células.
“El plasma pasa a la planta farmacéutica para purificar los anticuerpos que es lo que buscamos, y las células se le devuelven al caballo junto con fluidos (suero) para reponer el volumen de plasma que se extrajo.
"Luego de cada ciclo de sangría, los caballos tienen que descansar un tiempo prudencial (igual que las personas) para reponer los componentes sanguíneos con muchos chineos y una excelente dieta antes de volver a donar”, explicó Arguedas.
A la fecha se ha logrado recolectar aproximadamente 100 litros de plasma, pero no hay certeza de cuánto hace falta, pues hay que esperar el resultado del ensayo clínico de la Caja para saber qué sigue.
Va caminando
Como se ha dicho, el ensayo está en fase inicial, no se adelantan criterios, según informaron en la Caja, sino que oportunamente se darán a conocer los resultados.
Esta fase probará qué tan eficaz es en el tratamiento en personas que están hospitalizadas con síntomas moderados, no críticos.
En esta fase se va a aplicar el tratamiento a 26 personas: 13 recibirán un tipo de suero y los restantes 13 el otro tipo. La idea es ver cuál es mejor. Los dos son sueros equinos, pero con diferentes componentes.
Las fórmulas son diferentes combinaciones de anticuerpos para cuatro proteínas del virus.